Sociedad | 08/12/2023

|Crónica|Un tributo a las mujeres que marcaron la historia|Patricia Flores|

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Brújula Digital|08|12|23|

Especial de Patricia Flores

La memoria de quienes nos precedieron no es un lienzo en blanco que pueda ser borrado con ligereza pues cada trazo, cada lucha, es un testimonio que da forma a nuestro presente. Es como si intentáramos borrar las estrellas del cielo nocturno, un acto de profanación ante los sueños y las luchas de lo que fue.

El Círculo de Mujeres Periodistas de La Paz es una institución que vio la luz el 29 de marzo de 1972 para defender los derechos de las mujeres, el derecho a la comunicación y promover el trabajo de las mujeres periodistas.

Las socias fundadoras, mujeres visionarias, nos legaron una huella imborrable de valentía y compromiso con la libertad de pensamiento, la libertad de prensa y, además, con la sociedad: Ana María Romero de Campero(†), Gelsina D’ Donato(†), María Elba Gutiérrez(†), Elvira Llosa de Salmón(†), Margarita de Catacora(†), Mery Larrieu Granier(†), Bertha Alexander de Alvéstegui(†), Mery Flores(†), Carmelita de la Vega(†), María Eugenia Verástegui, Norah Claros, Aída Albarracín y Verónica Basaure.

Esta institución fue y sigue siendo un hito que resuena como un eco valiente en la reivindicación de los derechos de aquellas mujeres que, con tinta y papel, forjaron caminos para las generaciones venideras hace más de medio siglo.

Hace casi una década, Verónica Basaure, entonces presidenta y fundadora del Círculo de Mujeres Periodistas, reflexionaba: “Durante cuatro décadas, nuestra institución promovió la equidad de oportunidades para las comunicadoras, la defensa de la dignidad de las personas, la libertad de expresión y de pensamiento. Mujeres firmes activistas de la democracia, de la cultura de paz y de los derechos humanos”.

Es crucial destacar también el compromiso de las past presidentas, junto con nuestras fundadoras: Aída Albarracín, Clemencia Siles, Daysi Clavijo, Gabriela Sotomayor, Verónica Ormachea, Gloria Tapia, Lucía Sauma, Magaly Vega y Verónica Basaure.

Estas mujeres, desde diversas perspectivas, intensificaron sus esfuerzos para llegar a otros sectores de la sociedad, como las mujeres privadas de libertad o la niñez. Además, apoyaron con ollas comunes en momentos críticos de las reivindicaciones sociales, como durante las gestiones de Dña Gelsina D`Donato o en la de Ana María Romero.

Recordemos también el emblemático ejemplo de que el Círculo de Mujeres Periodistas postuló a Ana María Romero de Campero para Defensora del Pueblo durante la gestión de Gloria Tapia.

Las periodistas y las trabajadoras de la información y comunicación en general han contribuido a fortalecer las luchas por los derechos humanos. Hoy, como entonces, siguen alzando su voz para que se respete la libertad de prensa y son parte fundamental de la lucha contra la violencia hacia las mujeres y el feminicidio, una tragedia que nos atraviesa como sociedad.

Desde el Círculo de Mujeres Periodistas, las luchas de nuestras fundadoras pusieron particular énfasis en la defensa de la situación laboral de las mujeres periodistas. Hoy, las luchas persisten: inestabilidad laboral, cierre de medios de comunicación, despidos, agresiones, amenazas en el ejercicio de la libertad de expresión y la violación de los derechos humanos.

Estas condiciones se han complejizado aún más debido a la asfixia económica de medios informativos críticos a los gobiernos de turno, con la vulneración al trabajo periodístico crítico al poder, como indican varios informes de Derechos Humanos. En este siglo, los gobiernos han aplicado políticas discriminatorias y excluyentes a los medios independientes, negándoles el acceso a la publicidad estatal y a la información oficial.

Además, se enfrenta el desafío del periodismo digital, con retos como la adaptación a las nuevas tecnologías, la competencia con las redes sociales, la verificación de las fuentes y la protección de los datos personales.

Es esencial que continuar con el legado de nuestras antecesoras, honrando su memoria y asumiendo los desafíos de este siglo en medio de la revolución digital. Las amenazas persisten, como las barreras que intentan imponerse a la libertad de expresión, la lucha por remuneraciones justas para las mujeres periodistas y trabajadoras de la información y comunicación, la necesidad de extinguir el machismo y la misoginia en la televisión, la resistencia contra toda forma de sexismo, la visibilización del acoso sexual y diversas formas de subalternización a las mujeres.

Fortalecer el periodismo liderado por mujeres va más allá de ser un homenaje a nuestras predecesoras; se convierte en una necesidad imperante para desafiar estereotipos y construir una sociedad equitativa.

Cada voz femenina en el periodismo es una pieza sustancial en la creación de narrativas diversas y en la lucha contra la desigualdad. Apoyar y amplificar estas voces no solo preserva el legado, sino que también allana el camino hacia un futuro donde la igualdad y la diversidad sean los pilares fundamentales de nuestro relato común.

La preservación del legado no es solo un acto de justicia hacia la memoria de esas extraordinarias mujeres que nos precedieron, sino también un tributo a la valentía y perseverancia de aquellas que trazaron las líneas de nuestra narrativa colectiva.

Patricia Flores Palacios, comunicadora social y feminista queer.



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