Sociedad | 28/08/2023

OPINIÓN| La sucesora de la Ordenanza 046 no es mejor que la anterior

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Brújula Digital |27|08|23|

Yelka Maric Palenque

Es de público conocimiento que como presidenta del Concejo Municipal me opuse a la antipaceña Ordenanza Municipal No 046, que permitía construcciones sin límite de altura en La Paz.

El concejal Pierre Chaín me denunció a la Comisión de Ética por no haber suscrito esa tristemente célebre ordenanza municipal con la velocidad que él hubiera querido. Este proceso de acoso político llegó a su fin luego de que la presentación y lectura del informe en conclusiones por la Comisión de Ética fuera interrumpido con un cierre de sesión sin argumentación sólida. Asumo que fue así más por evitar el escándalo público de no poder argumentar en mi contra que por la desfachatez del proceso en sí. Las sesión extraordinaria fue solicitada por concejalas que ya no tenían competencia al respecto y el proceso de ética fue calificado como precluido por ellas mismas hace varios meses.

Fue fascinante presenciar el malestar de algunos concejales por mi exigencia, siendo yo la “autoridad denunciada”, de que se realizara una sesión pública y no una reservada como era la preferencia de muchos. Solitos se pusieron en evidencia

Ahora bien, entiendo perfectamente la desesperación del concejal Pierre Chaín para que yo, siendo entonces presidenta del Concejo, firmara la Ordenanza Municipal No 046 a la velocidad de rayo. A estas alturas, con la serie de denuncias referida al tema y de conocimiento público, cualquiera habría estado igual o más desesperado. No la consideraré violencia política en razón de género.

Haber ejercido la presidencia del Concejo Municipal de La Paz me ha enseñado mucho. He recibido ataques de ambas bancadas y del Órgano Ejecutivo. Por ventura he desarrollado la habilidad para transformar cada agresión en fortaleza y cada golpe en energía. De igual manera, me queda claro que las agresiones, amenazas y amedrentamientos son siempre reflejo de “profundas debilidades” en los argumentos técnicos, legales y financieros de los adversarios.

Nuevamente estoy bajo acoso, debido esta vez, a que me opongo al Proyecto de Ley de Viabilidad Legislativa al Derecho de Edificabilidad, una norma “sucesora” de la ordenanza 046. Ahora el que presiona es el propio alcalde, quien fue la autoridad que remitió el documento al Concejo.

El proyecto ha nacido con las siguientes observaciones y falencias: 1) Saltó su paso por la Dirección General de Asuntos Jurídicos, que de acuerdo al Manual de Organización y Funciones (MOF 2023) es la única instancia competente y encargada de validar proyectos normativos que emanen del Órgano Ejecutivo y que vayan a ser remitidos a consideración del Concejo Municipal; 2) Fue impreso en hojas bond sin membrete institucional; 3) No está adecuadamente suscrito, pero cuenta con el visto bueno del Director de Administración y Control Territorial, quien extrañamente fue desvinculado del GAMLP sólo unos días después.

De manera muy similar a la famosa Ordenanza Municipal 046, el proyecto de ley del alcalde pasó por varias instancias del Concejo Municipal en tiempo record, incluso se leyó en el punto de correspondencia del Orden del Día de la sesión correspondiente a esa fecha. Es sorprendente, porque la “celeridad” no es la característica principal del Concejo Municipal.

Apenas curadas las heridas del fracaso de la Ordenanza Municipal 046, el Concejo debe ahora lidiar con un nuevo proyecto que, además de defectos de procedimiento, constituye una nueva amenaza pues pretende regularizar todas las edificaciones fuera de norma sin haber verificado y/o establecido estándares mínimos que garanticen la seguridad para los vecinos. Proyectos de ley de esta naturaleza desordenan las reglas del juego para todos, indisponen a la comunidad y ponen en riesgo la inversión en nuestro municipio. La módica multa propuesta del 9% del costo variable de construcción constituye un gran incentivo a saltar todos los pasos para obtener los planos de construcción aprobados y construir ilegalmente.

Vecinos de la ciudad así como entidades colegiadas expertas en la materia ya han expresado públicamente su rotundo rechazo. Me corresponde ser su voz en el Concejo Municipal y sumarme a ese rechazo.

Anticipo, sin temor a equivocarme, que el siguiente episodio en el que seré también presionada será en ocasión de debatir la Ley de Uso de Suelos (LUSU). Por fortuna, ya tengo la tranquilidad de que los vecinos que aman a La Paz serán celosos vigilantes de los pasos que den sus autoridades ediles en temas territoriales.

Por mi parte, estoy dispuesta a correr el riesgo de que me denuncien otra vez –por preservar el bienestar de La Paz– ante la Comisión de Ética, aunque imagino que en esta oportunidad otras serán las estrategias.

Yelka Maric Palenque es concejala del municipio de La Paz. 



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