Bolivia: construcciones ecológicas impulsan ahorro económico y conciencia medioambiental

Brújula Digital |07|08|23|

Esther Mamani

Más de seis millones de hectáreas se quemaron en Bolivia en 2019 según un informe de la ONG Fundación Amigos por la Naturaleza (FAN). El territorio que se incendió es casi comparable con la extensión que tiene el departamento de Cochabamba. Esta fue una de las peores catástrofes ambientales en el país.

Este hecho trae consecuencias que van más allá del área rural. Los incendios forestales son una fuente importante de emisión de carbono que contribuye al calentamiento global. El clima cambia y el planeta cada vez vive días más calurosos. Las temperaturas en Bolivia han incrementado más de dos grados en los últimos 70 años según el experto Oswaldo Maillard.

Otro fenómeno que está ligado con el cambio climático es la sequía que también afecta a las grandes ciudades. Sobran los ejemplos, así, en diciembre de 2022 el espejo de agua de la laguna Alalay en la ciudad de Cochabamba casi desapareció.

Estas y muchas más son las consecuencias que trae el cambio climático. De ahí que crece la tendencia en cuanto a soluciones, aunque éstas sean en escalas pequeñas. Las nociones de desarrollo asociadas a levantar selvas de cemento en las ciudades ahora son cuestionadas. Los edificios ecológicos en las ciudades aparecieron como alternativa al problema.

En estas construcciones la energía se aprovecha a tope, no se desperdicia el agua y hay un mejor manejo de los desechos. Además, los materiales que se usan sirven para mantener caliente un hogar en invierno y templado en épocas de calor.

Cuidar el medio ambiente: una urgencia en el campo y en las ciudades

El arquitecto Marcelo Valenzuela lidera el Green Building Council Bolivia (GBCB). Este consejo de construcción verde (según su traducción) apuesta por la edificación de infraestructuras ecológicas y certifica la sostenibilidad de estos edificios en el país. Existen aproximadamente 70 entidades similares en diferentes países del mundo.

El objetivo mayor de estas construcciones es cuidar el medio ambiente desde el ámbito de la construcción. El aprovechamiento del uso del agua es un ejemplo. “Hay edificios en los cuales el agua de los inodoros de los departamentos termina siendo gratuita porque es reciclada. Se recicla el agua de las duchas y los lavamanos porque eso va a un tanque y así se hace un tratamiento a las aguas grises”, explica Valenzuela.

En la zona Sur de La Paz hay un ejemplo gigantesco que se alza 46 plantas, el Green Tower. “En el desarrollo del proyecto se tuvo como premisa la construcción de un edificio sostenible, por lo cual se implementan entre otros, artefactos y grifería certificados que permiten un uso eficiente del agua, fachada de vidrio con filtros de control solar y materiales que tienen procesos de fabricación respetando el cuidado del medio ambiente y disminuyendo la huella de carbono”, dice René Sánchez, quien es parte del proyecto de este edificio.

Levantar el Green Tower no fue una tarea sencilla, al contrario, es una apuesta de envergadura. “Desarrollar un proyecto de estas características implica una inversión mayor, pero tener un edificio sustentable va más allá de tener una adecuada selección de materiales, implica primero, un proceso integrado de diseño, ubicación y transporte que determinan el emplazamiento sostenible; así como el uso eficiente de agua, uso eficiente de energía, materiales de construcción provenientes de recursos renovables, reciclables y no tóxicos, calidad de aire interior e innovación, entre otros”, añade Sánchez.

Ningún detalle quedó relegado. Así, la tecnología utilizada en la fachada de vidrio en Green Tower, con un doble vidriado hermético de baja emisividad, que permite un control adecuado de ganancias y pérdidas de calor. Es decir, el ahorro de energía está garantizado.

La construcción es considerada una de las mejores en Bolivia y la región. Una de sus apuestas es obtener la certificación LEED (Leadership in Energy and Environmental Design o Líder en Eficiencia Energética y Diseño Ambiental). La certificación LEED es un conjunto de normas y requisitos con cuyo cumplimiento se entiende que los edificios certificados son sostenibles. Este aval fue desarrollado por el US Green Building Council.

En Bolivia, confirma Valenzuela, el Green Tower busca la certificación de más alto nivel, aquella que toma en cuenta el confort acústico, confort térmico, calidad de aire, además de otros factores. En la ciudad de La Paz hay otros tres edificios que apuestan por ser ecológicos. En Santa Cruz de la Sierra también existen proyectos similares, entre éstos destacan el hotel Marriott y el complejo Manzana 40.

Del adobe a los focos LED

Sergio Méndez Tellería, arquitecto con 12 años de experiencia ha sido parte de diferentes proyectos inmobiliarios. Para el experto se pueden diseñar estructuras enfocadas en el conforto y ahorro de agua y energía. “El 25% de calor se va por la ventana. En el caso de edificios que tienen doble panel de vidrio hay mejor retención de calor y de esa manera utilizan (los habitantes) menos calefacción”, detalla. Las ventanas amplias además ayudan a tener una mejor iluminación que implica menos energía para iluminar un ambiente.

Las construcciones antiguas tienen ventanas pequeñas y es común ver focos prendidos. El panel doble de vidrio funciona calefacción y soluciona temas de iluminación. Pero no son las únicas acciones que podemos ejecutar en casa. También se puede presurizar las boquillas de los grifos y a largo plazo ahorrar hasta un 30% de agua.

“No debe costar más de 30 bolivianos y aumenta la presión (…), se mezcla con aire y necesitan menos agua para lavar las manos con la misma fuerza”, explica Méndez cuya vivienda es un ejemplo de estas técnicas de ahorro y conciencia ambiental.

“Esto se nota mucho más en edificios porque pueden tener fácilmente 400 o 500 personas trabajando ahí y los consumos son en miles de bolivianos. Entonces cuando tomas acciones de ahorro puedes ver un cambio notable en las facturas”, indica el arquitecto.

Los precios de los materiales han ido descendiendo y mejorando de calidad según explica Méndez y cita como ejemplo las luces LED: “Consumen 30% menos que lo que consumía un foco incandescente. Hace 10 años era una tecnología cara y ahora ni siquiera es comparable. La diferencia de precios entre la tecnología que ahorra y la tecnología tradicional es cada vez más estrecha”. 

“Antes de que tengamos electricidad, gas y agua en red ya se pensó en que no ocupemos tanta energía. La arquitectura vernacular es por definición arquitectura ecológica. Hay muchos ejemplos en Bolivia sobre este sobre este tipo de arquitectura y actualmente nosotros estamos desarrollando una en nuestra casa. Es un invernadero construido debajo del nivel cero de la tierra. Es lo que se ha desarrollado desde hace muchos años en el altiplano: excavar en la tierra”, detalla Méndez.

El mecanismo es usar nylon para el invernadero y de ese modo entra el sol y como está enterrada, dos metros bajo el suelo, no pierde el calor que entra porque la masa de la tierra no lo permite. “Muchas legumbres cultivas de esta manera”, amplia el experto.

Cochabamba, proyectos verdes de avanzada

En Cochabamba hay 17 edificios sustentables aprobados por la Dirección de Medio Ambiente, explica Elvis Gutiérrez, director de Medio Ambiente de la Alcaldía de Cochabamba. “En los últimos años, ha habido una creciente conciencia sobre la importancia de construir edificios respetuosos del medio ambiente que utilicen materiales locales y sostenibles, y que se integren armoniosamente en su entorno natural. En este sentido, la arquitectura ecológica puede desempeñar un papel clave en la promoción de prácticas sostenibles y la mitigación de los impactos ambientales negativos en Bolivia”, cuenta la autoridad.

“Estos edificios deben cumplir 10 criterios sustentables, de los cuales los más importantes son: ahorro el agua, implementación de espacios verdes, ahorro de energía, utilización de fuentes de energía renovables y separación de residuos sólidos”, indica Gutiérrez.

La Dirección de Urbanismo ha incentivado la creación de otras normativas que también van en relación con la construcción de los edificios sostenibles. Al caminar por las calles de la ciudad de Cochabamba es común observar que existen edificios “verdes”. Por ejemplo, en la zona de Recoleta se construye una obra de la Constructora Aguilar con la oferta: “Edificio ecológico. Ahorra agua. Edificio Autosustentable”.

“El costo inicial es elevado a comparación de un edificio convencional, pero los beneficios vienen después, puesto que se logra reducir los costos de gastos de servicios básicos como agua y luz, lo cual beneficia a los habitantes de los edificios. Además, la utilización de materiales ecológicos y la disposición de espacios verdes mejoran la calidad de vida al proporcionar aire limpio y reducir la contaminación sonora”, indica el funcionario sobre los precios y el por qué asumir esos gastos a fin de lograr ahorros a largo plazo.

Inversión que requiere apoyo

Estas construcciones son a largo plazo, más económicas. “Un edificio ecológico tiene ahorros de energía que superan el 20%, normalmente debería ser 30 o 40%. También hay ahorros de agua, como mínimo se ahorra el 20%, y también se reduce el impacto de la huella de carbono del edificio en otro 20%”, explica Valenzuela respecto a las obras certificadas.

Hay autoridades comprometidas con esta cruzada en la selva de cemento. Por ejemplo, el municipio de Santa Cruz tiene el Reglamento de aplicación de incentivos para edificaciones que adopten medidas de sustentabilidad ambiental que apoya esta iniciativa. Gracias a esta norma, los constructores pueden aumentar la obra en un 30% si ésta es eco sostenible. Valenzuela añade: “Esto le conviene al inversionista porque puede tener un 30% más del producto para la venta, mejora utilidades y hay más departamentos por vender”.

La Alcaldía de Cochabamba también se sumó a esta propuesta. “La Dirección de Medio Ambiente incentivó la creación de la Ley de Incentivo a las Edificaciones Sustentables, Ecológicas y Amigables con el Medio Ambiente. Fue aprobada el 6 de julio del 2017 con su respectiva reglamentación, el Decreto Municipal 121/2019, con el fin de buscar generar el mínimo impacto en el medio ambiente y promover un estilo de vida más ecológico”, explica Gutiérrez, director de Medio Ambiente.

Por lo pronto, en Green Building Council Bolivia coinciden que se requiere de apoyo estatal y municipal para continuar con estas obras que se convierten en una forma de enfrentar la crisis ambiental que se vive en Bolivia y el mundo. El desafío es que el confort y ahorro vayan de la mano mientras que a las familias se les recuerda todas las acciones que ya pueden implementar en sus hogares.

BD/RPU

Para hacer este reportaje, Esther Mamani contó con la ayuda del fondo concursable de apoyo a la investigación periodística, enmarcado en periodismo de soluciones (PdS), organizado por la Fundación para el Periodismo con el apoyo de la National Endowment for Democracy (NED).