Sociedad | 19/07/2023

OPINIÓN| Hacia un currículo escolar que atienda las capacidades del estudiante del Siglo XXI

La realidad del mundo globalizado, los veloces cambios en la convivencia y la ciencia, donde la temporalidad del conocimiento se reduce, desecha la educación instruccional, memorística y adoctrinadora.

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Brújula Digital |19|07|23|

Antonio Arandia Valda

He presentado en otros artículos los desafíos que el mundo globalizado y tecnologizada plantea al futuro ciudadano (currículo escolar de calidad) y con base en esos desafíos he realizado una aproximación a las capacidades básicas y transversales que ese currículo debe desarrollar en los estudiantes (“Educar para la vida”). Ahora completaremos esas ideas con las capacidades específicas que el currículo escolar debe desarrollar en los estudiantes, conocido como Perfil de Capacidades (Competencias) del estudiante.

El desafío de los actuales estudiantes debe ser triunfar en la vida, triunfar en una realidad desconocida, oscura a los ojos y mente de los actores del hecho educativo en el presente. Triunfar significa tener una vida satisfactoria y lograr bienestar con la actividad que uno desee desarrollar. El desafío del currículo escolar es formar estudiantes para vivir con éxito en una realidad desconocida y cambiante.

La realidad del mundo globalizado, los veloces cambios en la convivencia y la ciencia, donde la temporalidad del conocimiento se reduce, desecha la educación instruccional, memorística y adoctrinadora y fortalece el paradigma educativo centrado en el desarrollo de competencias o capacidades a través de experiencias educativas que desarrollen capacidades motoras, destrezas y habilidades (“Saber Hacer”). Las mismas desarrollan capacidades cognitivas que permiten el procesamiento, comprensión y elaboración del conocimiento (“Saber Conocer”). Ambas capacidades (motoras y cognitivas) desarrollan las capacidades actitudinales, valores y actitudes que caracterizan el desempeño de cada persona (“Saber Ser”).

Este enfoque es el que preparará de mejor manera al estudiante para desempeñarse adecuada y competentemente en la vida en los futuros años en contextos y realidades que exigirán a cada persona tener las capacidades suficientes para responder a los retos que la vida le platee.

El currículo debe prepararse para escenarios desconocidos, inciertos, inimaginables, centrar su esfuerzo en la individualidad, única e irrepetible de cada estudiante; educar personas y no solo profesionales; fortalecer individualidades capaces de cumplir los roles que le toque desempeñar en esa nueva realidad.

Sabiendo que es demasiada responsabilidad, para una persona, elaborar el perfil de competencias del estudiante, ofrezco en este artículo, simplemente a manera de ejercicio, algunas ideas que el currículo escolar nacional podría desarrollar. El Estudiante al concluir la escolaridad, tendrá que:

Ser capaz de encontrar soluciones a desafíos en realidades de incertidumbre que le toque convivir.

Conocerse individualmente, manejar su emociones, ser autónomo, empático, positivo, exitoso y creativo en el manejo de sus potencialidades. 

Saber comunicarse, con perfección, tanto oral como por escrito, en su idioma nacional.

Comunicarse, con solvencia, en uno o varios idiomas extranjeros,  comprender la cultura de los idiomas que aprenda y ser capaz de aprender más idiomas.

Realizar operaciones y razonamientos lógicos, saber formular preguntas adecuadas y resolverlas, relacionar el conocimiento de las ciencias exactas y tecnológicas con la solución de problemas cotidianos.  

Utilizar e interpretar de manera correcta la información que encuentre online, identificar las fuentes y fiabilidad de la información, cuestionar la misma y utilizar responsablemente las nuevas tecnologías en todos los ámbitos de su vida.

Leer permanentemente la realidad, interpretar necesidades, comprender cómo y por qué suceden las cosas, aplicar el conocimiento en la resolución de problemas en cualquier contexto.

Conocer, comprender y ser empático con las diferentes culturas que se interrelaciona, trabajando en equipo en la solución de problemas de convivencia intercultural.

Actuar de manera complementaria, con disciplina de grupo y respeto a las normas de la sociedad en la que actúa.

Ser diestro en la solución de sus problemas básicos de vida, en alimentación, vestido, vivienda y primeros auxilios.

Desempeñarse con respeto y solvencia en círculos de alta competitividad, siendo proactivo creativo y seguro de sí mismo.

Antonio Arandia Valda, es profesor, titulado en formación y educación de jóvenes y adultos.



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