Sociedad | 17/05/2023

Estudio revela que 46 territorios indígenas se vieron amenazados por casos de Covid-19

Autoridades indígenas de tierras bajas denunciaron la situación de abandono e indefensión en la que se encontraban para afrontar la pandemia.

Mujeres indígenas, las curadoras de las comunidades. Foto: CEJIS

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Brújula Digital |17|05|23|

Durante el periodo 2020 al 2022, 46 de 58 territorios indígenas de tierras bajas monitoreados, estuvieron amenazados por la presencia de casos de Covid-19, revela un estudio “Pueblos indígenas y gestión de la pandemia por Covid-19” del Centro de Estudios Jurídicos e Investigación Social (CEJIS).

De acuerdo a datos recogidos hasta el 22 de mayo de 2020 por el Centro de Planificación Territorial Autonómica el Centro de Planificación Territorial Autonómica (CPTA), dependiente del CEJIS, la pandemia llegó a los territorios y comunidades indígenas, generando zozobra y afectando de sobremanera a los pueblos en situación de vulnerabilidad y alta vulnerabilidad.

“Al mismo tiempo, 12 pueblos indígenas en situación de alta vulnerabilidad se encontraban amenazados por casos positivos próximos a sus territorios, concretamente los pueblos Ayoreo, Yuracaré-Mojeño (Santa Cruz), Yuqui, Yuracaré, (Cochabamba y Santa Cruz), Canichana, Chácobo, Pacahuara, Tsimane, Sirionó (Beni) Cavineño, Pacahuara (Beni y Pando) y Weenhayek (Tarija)39”, señala el estudio.

De los 12 los pueblos, los Yuqui y Cayubaba son considerados en situación de alta vulnerabilidad y, en consecuencia, en peligro de desaparecer. “Los primeros casos positivos de covid-19 en pueblos indígenas de tierras bajas se dieron en el Gobierno Indígena Guaraní de Charagua Iyambae y en los territorios indígenas de Lomerío, Guarayos (Santa Cruz), Yuqui, Yuracaré (Cochabamba) y Cayubaba (Beni)”, detalla el documento.

En el departamento del Beni, el 20 de julio 2020, autoridades del pueblo movima confirmaban la existencia de tres casos positivos de covid-19 en comunidades de su territorio y pedían apoyo para enfrentar la epidemia.

Javier Zelada, ex presidente de la Subcentral Indígena del Pueblo Movima expresó su impresión en sentido de que para las autoridades pareciera que la enfermedad estaría solo en las ciudades y que no atacará en las comunidades.

La corregidora de la comunidad movima La Finca, Petrona Vélez, informaba en aquel momento que en su comunidad una persona manifestó los síntomas de fiebre alta, dolor de cabeza y pérdida de los sentidos del gusto y del olfato, y que la afectada no quiso acudir a uno de los centros de aislamiento establecidos por el municipio por temor a no ser atendida de manera oportuna. Los tres casos identificados como positivos se presentaron luego del ingreso de una Brigada Solidaria Médica a las comunidades del territorio.

En el departamento de Cochabamba, la situación fue más compleja para el pueblo Yuqui –señala el estudio- ya que el 23 de julio del 2020 se confirmaron cinco casos positivos de covid-19 y con ello sumaban un total de 26 casos.

Según la información proporcionada por la cacique mayor Carmen Isategua, tres de las personas enfermas tenían enfermedades de base, por lo que fueron trasladadas a Ivirgarzama y a Cochabamba: “Mi pueblo necesita alimentación, estamos cuidándonos aquí, en mi comunidad Bia Recuate, comiendo plátano, pescado y yuca, pero no tenemos víveres como para sostenernos más tiempo (…). Nuestros familiares necesitan apoyo, a los viejitos y las viejitas estamos cuidándoles”, le dijo al Cejis.

En el departamento de La Paz, el 24 de julio de 2020, las autoridades de la Central de Pueblos Indígenas de La Paz (CPILAP) declararon mediante pronunciamiento público que desde el mes de marzo, que se inicia el marco de la pandemia por covid-19 en el país, solicitaron y tocaron todas las puertas de las instancias gubernamentales para que se atienda y se proteja a los pueblos indígenas por el riesgo que se tiene debido a la alta vulnerabilidad en que nos encontramos.

Denunciaban la existencia de al menos diez familias del territorio Araona con síntomas altamente sospechosos de Covid-19. Palex Washima, presidente del territorio araona en ese momento, informaba: “Nos encontramos mal de salud; por eso hemos salido para pedir a la alguna autoridad que nos colabore con algún medicamento, porque allá, en la Tierra Comunitaria de Origen, no se conoce”, se extracta el testimonio.

Según la autoridad indígena, los síntomas que presentaban las personas enfermas eran fiebre alta y diarreas, que combatieron con medicina tradicional; sin embargo, la necesidad de medicamentos y atención médica especializada fue lo que los obligó a salir al centro poblado más cercano, a fin de tomar señal telefónica y hacer conocer esta necesidad a sus autoridades, para que ellas puedan canalizar la ayuda necesaria.

“La epidemia por Covid-19 también afectó a pueblos indígenas ubicados en la región del Gran Chaco boliviano. En el departamento de Tarija, las y los indígenas del pueblo Weenhayek presentaban síntomas de covid-19; según los reportes del Centro de Salud Caipirendita, existían 29 casos sospechosos de coronavirus. El representante del pueblo, Ramón Paredes, afirmó que las demandas para acceder a medicamentos y alimentos fueron ignoradas.

A mediados del año 2020, y luego de tres meses de haberse presentado el primer caso en el país, autoridades indígenas de tierras bajas denunciaban públicamente la situación de abandono e indefensión en la que se encontraban para afrontar la pandemia.

Sobre esta situación, el informe de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), manifestó que los pueblos indígenas experimentaron una gran marginación socioeconómica y corrieron un riesgo desproporcionadamente elevado de contraer enfermedades transmisibles, asociadas a la pobreza y, por supuesto, a sufrir en mayor medida las consecuencias de emergencias de salud pública como la pandemia por covid-19.

Por su parte, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) emitió el 10 de abril la resolución 1/2020 Pandemia y Derechos Humanos en las Américas, que, en relación a la situación de los pueblos indígenas, recomendó a los Estados miembros proporcionar información sobre la pandemia en su idioma tradicional, respetar de forma irrestricta el no contacto con los pueblos y segmentos de pueblos indígenas en aislamiento voluntario.

También recomendó extremar las medidas de protección de los DDHH de los pueblos indígenas en el marco de la pandemia del covid-19 y abstenerse de promover iniciativas legislativas y/o avances en la implementación de proyectos productivos y/o extractivos en los territorios de los pueblos indígenas durante el tiempo en que dure la pandemia.

Al mismo tiempo, en un comunicado, la Comisión instó a los Estados a adoptar medidas urgentes para proteger el derecho a la salud de los pueblos indígenas ante la pandemia del covid-19, especialmente en aquellos que se encuentran en aislamiento voluntario o contacto inicial.

BD 



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