Sociedad | 08/06/2021

Expertos advierten que la pandemia intensificó problemas psicológicos en estudiantes

Según expertos, la crisis que se vive en el país debido a la llegada de la pandemia por Covid-19, ha causado que los estudiantes, niños y adolescentes, desarrollen problemas de salud mental como el estrés, ansiedad y depresión.

Foto: Archivo

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Brújula Digital|08|06|21|

Según expertos, la crisis que se vive en el país debido a la llegada de la pandemia por Covid-19 el año pasado, ha causado que los estudiantes, niños y adolescentes, desarrollen problemas de salud mental. Elizabeth Machicao, directora de la Casa del Adolescente, explicó que este año, los jóvenes estudiantes sufren de estrés, ansiedad, pánico y, en algunos casos, muchos llegan a desarrollar trastornos alimenticios y pensamientos suicidas.

Machicao explicó que las causas de problemas psicológicos en jóvenes se dan por la falta de atención, aburrimiento en confinamiento, desinformación, noticias impactante sobre la pandemia, muerte en su familia o padecer la misma enfermedad.

No obstante, una de las principales causas identificadas es el cambio de modalidad de clases que se tuvo que adoptar, pues los jóvenes, sobre todo de zonas periféricas y alejadas, acudían a amigos o profesores en sus escuelas para ser escuchados. Durante el confinamiento, los jóvenes ya no tenían a estas personas como apoyo, lo que los llevó a desarrollar o ahondar problemas psicológicos.

“Al tener clases presenciales, (los adolescentes) si estaban sufriendo algún tipo de violencia en sus familias, tenían la posibilidad de hablar con un compañero, un profesor, alguien de confianza. Por esta situación, sabemos que muchos niños y, sobre todo, adolescentes, han entrado en cuadros de depresión grave, de aislamiento, de enojo, de deseo de suicidio”, explicó Machicao. 

Estos problemas psicológicos también se presentaron por la falta de desarrollo y reinvención de las clases virtuales, en las cuales los maestros dictan su cátedra y piden una cantidad excesiva de tareas a los estudiantes.

“Habían veces que parecían clases normales, pasaban las horas y era más pesado para nosotros. (...) Nos dan muchos trabajos muy complejos o en grupos con personas con las que no has hablado y a varios de mis compañeros he visto que les da ansiedad”, contó una estudiante de tercero de secundaria y agregó que por las tareas que le dan en el colegio, no puede hacer otras actividades o pasatiempos.

Esta situación la ratifica Machicao y explica que debido a la falta de políticas por parte del Ministerio de Educación, los maestros no tienen la suficiente orientación para dirigir las clases. Además, el programa escolar, agregó, no está adaptado a la situación actual, sino que es el mismo que se tenía durante las clases presenciales. 

“La mayoría (los profesores), lo que hace es llenarlos de trabajos (a estudiantes) porque el Ministerio no tiene líneas claras, no tiene políticas consensuadas, no ha trabajado este tema con los padres de familia, ni con los mismos estudiantes o con los profesores”, manifestó Machicao y también dijo que la currícula debería ser adaptada a la actualidad, que sea más corta y con los temas más necesarios y urgentes. 

Los jóvenes, las familias y hasta los profesores no siempre tienen las herramientas para lidiar con este tipo de problemas, explica Machicao en su artículo, y que los padres y madres también llegan a desarrollar tensiones, irritabilidad o mal humor que afecta directamente a sus hijos. 

Salud mental durante el confinamiento

A inicios de la pandemia en el país, los jóvenes comenzaron a aislarse en sus espacios dejando de lado el tiempo en familia y se cerraron a las redes sociales, uno de los ambientes que más influencia a los adolescentes y que puede ser peligroso para su salud, por imitar conductas peligrosas. 

En este panorama, en el mes de abril del 2020, Unicef y por una iniciativa del Colegio de Psicólogos de La Paz, habilitaron la línea telefónica Familia Segura. Según dice en su página web, el objetivo es proveer un servicio especial para brindar apoyo y atención psicoemocional a las personas y familias, para prevenir estos casos de problemas psicológicos y la violencia familiar en cuarentena.

En un artículo de Guardiana, se muestra que sólo en el primer mes, 50 psicólogos voluntarios atendieron 2.735 llamadas, la mayoría de jóvenes que acudían por ansiedad e incertidumbre de ese momento. Más adelante, entre julio y agosto, la mayoría de las llamadas eran por duelo. 

Hasta el mes de diciembre, se registraron 26.611 llamadas de las cuales el 42% se trataban de niños, niñas y adolescentes según los datos de la Unicef. Explicaron que esto se dio por la poca capacidad de adaptación de los más jóvenes a situaciones de crisis extremas.

Los motivos principales por las que se comunicaban eran ansiedad, depresión y estrés, ya sea por duelo, enfermedad, incertidumbre o soledad; pero, también se reportaron casos en los que se contactaron para denunciar hechos de violencia doméstica y violencia sexual.

En el artículo de Elizabeth Machicao, “La Educación en crisis y sus consecuencias”, se refleja esta situación que viven los adolescentes en este tiempo. 

“Niños y adolescentes con una fuerte dosis de estrés, presión y nerviosismo pese a ser ‘nativos digitales’; aún más grave, niños y adolescentes que han dejado de estudiar completamente. (...) Cientos de adolescentes y jóvenes en procesos de depresión, ataques de pánico y ansiedad, con ideación de suicidios, aislados, enojados y abandonando las clases y sus unidades educativas u otros centros de enseñanza”, escribe Machicao. 

BD/MJR



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