De acuerdo con los profesionales, antes de la pandemia de la Covid-19, un profesional sólo veía a tres pacientes por turno, pero ahora por la emergencia sanitaria se encarga de la atención de hasta 20 enfermos.
Verónica Zapana S.
“El trabajo para los médicos de la unidad de terapia intensiva se ha quintuplicado. Lo mismo ha ocurrido con el personal del área”, dijo ayer el miembro del Comité Científico de la Sociedad Boliviana de Medicina Crítica y Terapia Intensiva (Sbmcti), Patricio Gutiérrez.
El especialista explicó que esta situación ocurre porque antes de la pandemia de la Covid-19, un profesional sólo veía a tres pacientes por turno, pero ahora se encarga de la atención de hasta 20 enfermos.
“En ese tiempo no se puede tomar ni un vaso de agua, tampoco se puede almorzar. Cuando se cumple el turno, debemos hacer los papeleos de los pacientes. De esa manera, un profesional se queda un par de horas. Así sale más tarde de lo previsto del hospital”, aseguró Gutiérrez en una entrevista con Página Siete.
Por cumplir con este arduo trabajo, Gutiérrez indicó que hasta se pierde la noción del tiempo, pero pese a ello, los especialistas están en pie de lucha contra la enfermedad. Sin embargo, el presidente de la Sbmcti, Joel Gutiérrez, indicó que pese al sacrificio que hacen estos profesionales de salud, en Bolivia sólo se cuenta con 263 especialistas del área, de los cuales el 40% trabajan bajo la modalidad de contrato, sin ítem y con un sueldo “miserable”.Según Gutiérrez, el sueldo promedio de un especialista de esa área con ítem es de aproximadamente de 15.000 bolivianos. Pero, los profesionales que no cuentan con un ítem son contratados por 8.000 bolivianos. Sin embargo, con los descuentos sacan un salario líquido de aproximadamente 6.500 bolivianos. “Es un sueldo miserable”, reiteró.
El experto aseguró que este salario es muy poco para los 14 años de formación académica, además de toda una vida de capacitación y especialización.
Para ambos profesionales, el sueldo que perciben los intensivistas bajo contrato “es muy poco”, porque en la actualidad estos especialistas están “luchando en primera línea contra el coronavirus” arriesgando su vida y la de sus familiares.
Para el profesional Patricio Gutiérrez, en la actualidad estos especialistas son muy buscados por todos los subsistemas de salud: público, privado y de la seguridad social.
Ante esta situación, algunos de los especialistas trabajan en dos lugares y aunque eso aumenta sus ingresos, no es una situación ideal porque el médico debe pagar impuestos por sus servicios. Además, para esos establecimientos privados -por lo general- los profesionales deben comprar todos sus implementos de bioseguridad.
Por esa razón, la Sbmcti se declaró en emergencia hace unos días y solicitó al Ministerio de Salud, a través de un pronunciamiento, la entrega de ítems a todos los profesionales del área.
Con esa finalidad, los representantes del sector están buscando reunirse con el Ministerio de Salud desde hace días. En este encuentro, los médicos buscan presentar informes sobre la situación laboral de los profesionales del área, además tienen previsto compartir propuestas para contener la pandemia.
El intensivista Patricio Gutiérrez indicó que hace tres días fueron convocados por el ministro de Salud, Édgar Pozo, a una reunión. “Todos los colegas del interior del país llegaron a la ciudad de La Paz y para ello contrataron a médicos para que los reemplacen y así reunirse con el Gobierno, pero lastimosamente nos informaron que el ministro estaba con problemas de salud y aunque fue delegada la viceministra Alejandra Hidalgo para que se reúna con nosotros, no acudió a la cita”, dijo molesto el intensivista Patricio Gutiérrez. “Nos plantaron”, sostuvo.Ayer, el ministro de Salud, Édgar Pozo, confirmó que dio positivo al coronavirus. La autoridad aseguró que presentó los primeros síntomas de la enfermedad hace ya algunos días y que le impiden continuar con sus funciones al mando de la cartera de Salud.
El presidente de la sociedad indicó que el ministerio los convocó a una reunión para hoy en la ciudad Cochabamba. “Esperamos que no nos vuelvan a fallar”, sostuvo el médico.
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