Campaña de bolivianos que viven en Francia ya adquirió un respirador, espera lograr dos más

Brújula Digital |18|5|20|

Una campaña impulsada por Bernardo Tribeño y otros tres bolivianos residentes en Francia ya ha logrado adquirir un respirador artificial para ser usado en terapia intensiva y que será donado a Bolivia. Otros dos aparatos podrían ser adquiridos en breve.

Tribeño es un sobreviviente de coronavirus y durante los 15 días que estuvo aislado en su casa en París, enfrentando la enfermedad, reflexionó sobre las diferencias de capacidad médica que existen entre Francia y Bolivia.

La campaña que ha lanzado junto a otros tres bolivianos residentes en Francia, logró obtener 13.000 euros (14.100 dólares) en donaciones y espera poder obtener aumenta esa cifra en los próximos días.

“Ya hemos asegurado la compra de un respirador artificial que puede ser utilizado en terapia intensiva y esperamos adquirir dos más en junio”, dijo Tribeño a Brújula Digital. Pidió que la gente siga haciendo donaciones.

Durante su enfermedad, dijo, “estaba muy preocupado por el hecho de que no quería contagiar ni a mi esposa ni a mis tres hijos, especialmente a Gabriel, que es minusválido y tiene la salud muy frágil”, dijo Tribeño. “Pero también pensé mucho en la situación de Bolivia, que no tiene buenos recursos de salud”, expresó.

Ese fue el origen de una iniciativa que, usando la plataforma GoFundMe, que sirve para la recolección de fondos, ha logrado en solo dos semanas obtener 13.000 euros.

Para hacer más donaciones mediante esa plataforma se puede hacer click aquí. 

Los aportes también se pueden realizar en Bolivia al número de cuenta 1-00004895386, del Banco Unión, a nombre de Jimena Fernanda Tribeño Contreras. Las donaciones en esta cuenta también aparecerán en la plataforma mencionada y el aportante recibirá un correo electrónico donde se le informará de su donación.

Bernardo Tribeño, impulsor de la iniciativa.

Situación crítica

Actualmente en Bolivia la situación por la pandemia es crítica, sobre todo en los departamentos de Santa Cruz y Beni, donde el sistema sanitario está colapsado. En esos dos departamentos se han presentado 3.314 casos, y 127 fallecidos, mientras en el resto del país los casos son 551. El total nacional de muertes es de 165.

En el país existe ausencia de respiradores y 170 de ellos que llegaron la semana pasada causaron críticas por el hecho de que no puedan ser usados en terapia intensiva. Las autoridades han señalado que estos aparatos servirán para ayudar a pacientes, aún graves, y para casos de emergencia.

Una vez que derrotó al COVID-19, Tribeño se contactó con tres de sus amigos, otros residentes bolivianos, el médico intensivista Enrique Córdova, la abogada Erika Aliaga y la ingeniera Claudia Beltrán, para llevar adelante la iniciativa.

“Nuestra meta era lograr 7.000 euros (7.500 dólares), pero llegamos a 13.000 en dos semanas. Esperamos que las donaciones sigan en aumento”, agregó Tribeño.

Los cuatro organizadores consideraron que lo mejor era adquirir respiradores de segunda mano, pero debían ser certificados.

“Estamos adquiriendo material que no es nuevo, pero que tiene una duración de 20 o 30 años más; el Estado francés hizo una requisición de respiradores nuevos, por eso recurrimos a los de segunda mano. Estos respiradores son de la marca Draeger, que es la que se utiliza acá en Francia en reanimación y terapia intensiva”, contó.

Córdova, que es médico de emergencias en la unidad COVID-19 del hospital Saint Vincent de Paul en Lille, Francia, fue el que dio las pautas de qué equipo adquirir.

Luego, Tribeño y sus colegas de iniciativa se aseguraron que los equipos fueran los más adecuados para Bolivia y tomaron contacto con varios directores de hospitales que atienden pacientes de COVID-19 y médicos intensivistas.

“Nos indicaron que conocen el equipo Draeger que compramos y que tienen igualmente los insumos necesarios (tubos y otros aparatos específicos que si no existen el equipo no funciona). Queríamos asegurarnos que los hospitales cuenten con ellos y nos dijeron que sí”, expresó.

De todos modos, la iniciativa prevé igualmente una capacitación que dará al personal de salud para asegurarse del buen manejo del equipo una vez instalado. No se ha decidido todavía a qué hospitales llegarán los tres respiradores.

“A partir del miércoles 20 el primer respirador que hemos adquirido efectuará una serie de test en situación real en el hospital de Lille, por un lado para verificar su perfecto estado de funcionamiento y por otro, para ver si cumple con todos los estándares técnicos requeridos para una terapia intensiva o reanimación. Una vez los test finalizados, el primer equipo estará listo para ir a Bolivia”, relató. Luego se hará lo mismo con los otros dos aparatos.

Ausencia de aparatos

Bolivia cuenta solamente con 430 Unidades de Terapia Intensiva, es decir con 430 respiradores mecánicos. El 60% pertenece al sector privado, recordó Tribeño. Según datos de la OMS, debería haber una cama de terapia intensiva (con un respirador) por cada 10.000 habitantes, es decir que, con 11,6 millones de habitantes se requieren al menos de 1.163 unidades en este servicio. 

Con el aumento de los casos de COVID-19, esa cantidad es absolutamente insuficiente. Aparte de los 170 respiradores que llegaron la semana pasada, el gobierno prometió que otras 500 llegarán y sí serán utilizadas en terapia intensiva.