Sociedad | 17/04/2020

451 bolivianos dejan campamento de Pisiga y piden que los lleven hasta sus pueblos

Una de las compatriotas dijo que hay gente de poblaciones intermedias como los Yungas, Llallagua y otros lugares. También afirmó que están certificados de no portar coronavirus y esperan que no sean discriminados por los vecinos.

Uno de los buses que lleva a los compatriotas a sus regiones de origen.

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Brújula Digital |17|04|20|

Después de permanecer 14 días en el campamento de Pisiga, en la frontera con Chile, 451 bolivianos partieron  la mañana del viernes en buses a las distintas capitales de departamento, pero exigieron al Gobierno que sean trasladados hasta las poblaciones intermedias para que sus sufrimientos no se trasladen a las ciudades.

Ninguno de los connacionales, procedentes de distintas poblaciones de Chile, presentó síntomas de coronavirus ni de ninguna otra enfermedad, certificado por el Servicio Departamental de Salud de Oruro, pero tienen la instrucción de que cuando lleguen a sus hogares deben aislarse, por unos días más, para no contagiar el virus a sus familiares.

Mónica Quijua, que se contactó con RTP, cuando ya había abordado el bus, dijo que el siguiente problema que afrontarán una buena parte de los compatriotas, que pasaron 14 días de cuarentena en el campamento “Tata Santiago”, es que no podrán llegar rápidamente a sus hogares cuando regresen a las capitales de departamento.

Relató que ella es Caranavi, otros son de Palos Blanco, también en la región yungueña, y de otras poblaciones rurales del departamento de La Paz. “Queremos que nos garanticen que vamos a llegar a nuestras casas”, dijo.

Quijua dijo que cuentan con certificados médicos del Sedes Oruro, que avalan que no presentaron síntomas de coronavirus y cumplieron con la cuarentena, y expresó su esperanza porque sus vecinos y habitantes de las  regiones no los discriminen.

En un video, producido por algunos bolivianos que acamparon en Pisiga, se escuchan testimonios de sus tareas realizas en el vecino país y del sueño que tienen, llegar a sus hogares. Una joven, de nombre Carmen, es Llallagua, norte de Potosí, espera ansiosamente ver a su pequeña hija y muestra los zapatos que le ha comprado en Chile.

Luego un joven que es identificado como Jashiel, de 19 años, al parecer el oriente del país. Se dedicaba a la cosecha de frutilla y su mayor esperanza es ver a su madre. Sofía es una mujer de 25 años y con sus hijos de siete y nueve años camina en el campamento; trabajó en Picachile, en una ferretería, donde ayudaba a cargar cemento.

Javier Gonzáles, otro de los bolivianos del grupo, cuenta algunas historias de los bolivianos en el video, que es acompañado con una música de fondo. La letra dice, entre otras: “Que todos estamos bien, pasamos frío y estamos todos sanos listos para reunirnos con nuestras familias. Solo queremos regresar. Pasan días, parecen años, sin ver a nuestras mamás”.

Gonzales en contacto con Erbol informó que en los primeros buses partieron las mujeres con sus hijos. Relató que fue difícil convivir en un campamento, donde no había todo los servicios, pero con el paso de los días se completó todo. “Ahora se puede ver con alegría a todos porque retornamos a nuestros hogares”, dijo.

La canciller Karen Longaric informó que el fin de semana o el lunes uno de los grupos de bolivianos (434 o 400) que se encuentra en Iquique, tomará la posta de cuarentena en Pisiga, mientras el otro grupo concluirá los 14 días en la ciudad costera, de donde se dirigirán de manera directa a sus poblaciones de origen.



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