Sociedad | 11/04/2020

Alcalde de Colchane publica una carta dirigida a Añez, apelando a su sentimiento de madre

“Sus hermanos se encuentran a la intemperie refugiándose entre arbustos, con cartones, pedazos de techumbres, piedras. Los más afortunados en casas abandonadas, sin puertas ni ventanas”, dice parte de la misiva del alcalde Javier García.

Setecientos bolivianos en Colchane. Foto: Alcaldía de Colchane

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Brújula Digital |11|04|20|

El alcalde de Colchane (Chile), Javier García, publicó el viernes una carta dirigida a la presidenta Jeanine Añez, apelando a su sentimiento de madre para que pudiera permitir el ingreso de 700 bolivianos varados a unos pasos de Pisiga, Bolivia, sin alimentos, agua y lo que es peor duermen a la intemperie en un lugar donde en las noches el termómetro llega a dos grados bajo cero, y en el día el sol es insoportable y lesiona.

Por cierre de frontera, los bolivianos de Colchane y en otras fronteras con países vecinos se ven impedidos de ingresar al país, como una forma de contener el avance del coronavirus. García le pide a Añez permitir la llegada de los compatriotas y de esta manera “alejarse de las conveniencias del poder o geopolíticas, (porque) los seres humanos su dignidad y derechos están primero”.

García, que fue acusado de ser del MAS, aunque luego el ministro de Justicia, Álvaro Coimbra, se disculpó, sugirió a la jefa de Estado hacer realidad el sueño de los bolivianos en la frontera, llegar a sus hogares: “Más de 700 bolivianos han llegado a nuestra frontera, sin embargo, el cierre decretado por usted les impide el sueño de estar y sentir el refugio junto a los suyos. Sus hermanos se encuentran a la intemperie refugiándose entre arbustos, con cartones, pedazos de techumbres, piedras. Los más afortunados en casas abandonadas, sin puertas ni ventanas”.

El viernes, el ministro de Gobierno, Arturo Murillo, aseguró que el MAS, ahora liderado por Luis Arce, Álvaro García Linera y Juan Ramón Quintana, financia a los bolivianos en las fronteras para que ingresen por la fuerza al país. Ellos, al igual que en la crisis política de 2019, ahora “están financiando tratando de desestabilizar y meter gente por las fronteras pagando 300 bolivianos a las personas para que se sacrifiquen en las fronteras. No ha terminado los intentos que tienen de tomar el poder, el señor Morales sigue intentando desestabilizar el país”, dijo.

El alcalde de Colchane, que reparte desayuno, almuerzo y cena desde el martes (7) al conjunto de los bolivianos, le dice en su carta a la mandataria: “Como autoridad créame que conozco la soledad del poder, la suya debe ser aún más abrumadora, rodeada por un enjambre de aduladores, muchos de ellos ineptos que están ahí por los equilibrios del poder que la política exige. Sin embargo, ante las encrucijadas históricas los líderes deben recurrir a su ser interior, aquel que nos dice lo que está bien o mal”.

El director nacional de Migración, Mercel Rivas, dijo en días pasados que los bolivianos que están la frontera no solo reciben pagos del MAS, partido que estuvo 14 años en el Gobierno, sino que son “delincuentes y terroristas” que buscan generar violencia en el país.

Al respecto, el alcalde García le dice a la presidenta Añez que “sus asesores han querido explicarle que mi actuar con sus compatriotas se debe a que yo y los suyos somos del sector político opositor al vuestro, usted, así como el mundo, entienden que es un argumento deplorable”.

La carta completa

CARTA ABIERTA A LA PRESIDENTA DE LA REPÚBLICA PLURINACIONAL DE BOLIVIA, JEANINE ÁÑEZ CHÁVEZ

Colchane 10 de abril del 2020

No nos conocemos, así que déjeme presentarme, soy Javier García Choque, alcalde del municipio de Colchane, una pequeña comuna aislada de las grandes urbes, con un poco más de 1.600 personas, cuya densidad territorial es de 1,3 habitantes por kilómetro cuadrado. Vivimos de la ganadería, la agricultora, el comercio minorista y el transporte. No contamos con luz eléctrica las 24 horas, no tenemos alcantarillado, centros médicos, ni grandes almacenes.

Pero, somos más que un pueblo pequeño. Somos la gran tierra de los aymaras en Chile. Somos uno de los pilares fundamentales de identidad cultural chilena. Nuestra textilería, datada desde hace 6 mil años, aún perduran y fue transmitida por nuestras caravanas al resto del país. Gran parte de los actos culturales, con que Chile se presenta en los escenarios del mundo, pertenecen a nuestra tierra y son de origen aymara. Una tierra donde nuestras bandolas se afinan con el sonido del agua en los cauces de ríos y canales, nuestros lichiguayos siguen entonando los sonidos ancestrales cuando hombre, naturaleza, el inframundo y el cosmos pertenecían al todo. Soy Javier García Choque, alcalde de Colchane, abogado y aymara.

Hoy las circunstancias históricas de una enfermedad pandémica nos han puesto frente a frente. Más de 700 bolivianos han llegado a nuestra frontera, sin embargo, el cierre decretado por usted les impide el sueño de estar y sentir el refugio junto a los suyos. Sus hermanos se encuentran a la intemperie refugiándose entre arbustos, con cartones, pedazos de techumbres, piedras. Los más afortunados en casas abandonadas, sin puertas ni ventanas.

Presidenta, para ellos usted es su única esperanza, apelo a su sentido de madre que extrema sus recursos, obteniendo cosas desde el imposible, para dar seguridad a sus hijos y nunca optaría por quitarle la vida a uno por sobre otro.

Como autoridad créame que conozco la soledad del poder, la suya debe ser aún más abrumadora, rodeada por un enjambre de aduladores, muchos de ellos ineptos que están ahí por los equilibrios del poder que la política exige. Sin embargo, ante las encrucijadas históricas los líderes deben recurrir a su ser interior, aquel que nos dice lo que está bien o mal. Los líderes deben tomar sus decisiones con ese parámetro y alejarse de las conveniencias del poder o geopolíticas, los seres humanos su dignidad y derechos están primero.

Sus asesores han querido explicarle que mi actuar con sus compatriotas se debe a que yo y los suyos somos del sector político opositor al vuestro, usted, así como el mundo, entienden que es un argumento deplorable.

En Chile el 21 de diciembre de 1907, se vivió en la ciudad de Iquique, una masacre de obreros salitreros que pedían mejores condiciones de vida. Los oficiales chilenos ofrecieron la oportunidad a los trabajadores extranjeros dejar el movimiento. Ante las fauces de la masacre, los bolivianos replicaron “Con los chilenos venimos y con los chilenos morimos”, ese día ellos fueron parte de las 3.600 vidas humanas asesinadas por la esperanza de una vida digna. Ese sacrificio no ha sido olvidado. Nosotros compartiremos lo poco que tenemos con nuestros hermanos, pero ellos requieren de su grandeza como mandataria para dejar de sufrir.

Atentamente,

Javier García Choque

Alcalde de la Ilustre Municipalidad de Colchane




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