Sociedad | 22/08/2019

Andrea Cornejo, presidenta del Concejo Municipal: “la discapacidad es una oportunidad”

Se define a sí misma como una persona soñadora, como una mujer que tiene la misión de eliminar el estereotipo que se tiene de las personas con discapacidad: el de no poder hacer nada. Ella vio y ve su discapacidad como una oportunidad. Como un cambio de "poder ser".

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Brújula Digital |22|8|19|
Milton Condori

Andrea Cornejo tiene 33 años. Tiene una enfermedad degenerativa. Estudió cine y diseño gráfico. Usa una silla de ruedas eléctrica. Tiene dos hermanos. Y es la actual presidenta del Concejo Municipal de La Paz. En suma, Andrea Cornejo tiene una historia sencilla, pero difícil de contar.

Cuando inicio la entrevista, ella se pone delante de mí y sonríe. Está sentada en su silla de ruedas eléctrica que maneja muy bien. Lo digo porque cuando la esperaba en la sala de reuniones, ella se abrió paso sin dificultad alguna.

Se define a sí misma como una persona soñadora, como una mujer que tiene la misión de eliminar el estereotipo que se tiene de las personas con discapacidad: el de no poder hacer nada. Ella vio y ve su discapacidad como una oportunidad. Como un cambio de "poder ser".

–A ver, mira, mi enfermedad es de tipo degenerativa. Se llama atrofia muscular-espinal del tipo II. Es decir, debilita los músculos del cuerpo a través de la afectación de las células neuromotoras. Esta enfermedad, mi enfermedad, es congénita, la tengo desde mi nacimiento. Sin embargo, para mí la discapacidad se ha convertido en una oportunidad de ver la vida de manera distinta. No solo eso, sino transformar la vida de aquellos que ven la discapacidad como algo malo. Esto te lo digo porque en nuestro país existe ese mito de ver a la discapacidad como un castigo de algún brujo. Lo que yo quiero es cambiar esa mentalidad y transformarla en oportunidad.

Como apunte, me dice que participó en el concurso de belleza parecido a un campeonato de Miss Universo, pero este era especial: todas las participantes, incluida ella, usaban sillas de ruedas. Me dice que ella era la única participante de Latinoamérica en Budapest, Hungría. Miss Colours International, se llama el concurso.

Marcia Andrea Cornejo Vargas nació el 23 de enero de 1986, en La Paz. Es hija de don Ever Cornejo, un amante del Rock, y de Roxana Vargas, coleccionista de la música romántica. Sus padres le enseñaron a amar la música desde pequeña. La presidenta del Concejo me relata que, de niña, lo primero que escuchaba eran las canciones de su padre:

–Me acuerdo que de niña, lo primero que oía era la música de mi padre. Él ponía a Soda Stereo, a Gustavo Cerati, al Flaco Spinetta, a los Beatles. Desde ese momento me encantó el género que mi papá escucha. Es por eso, por la influencia de mis padres y de las canciones que escuchaban, yo, en algún momento, me dediqué a la música. Me refiero al canto. Estudié canto y es algo que debo retomar.

La entrevista tiene de todo: risas, silencios, dudas: una charla amena entre dos personas. En eso, me cuenta cómo se incorporó a las filas de Soberanía y Libertad (Sol.bo). Me dice que todo comenzó con un proyecto que ella presentó y defendió en un concurso que la Alcaldía había abierto para toda la ciudadanía:

–Mi proyecto se llamaba Ciudad para todos. Este consistía en la eliminación de todas las barreras arquitectónicas dentro de las instituciones. Luego, también, proponía la eliminación de las barreras actitudinales, es decir “de actitud”. Esto, principalmente en la autolimitación que se ponen las personas con discapacidad. Todo mi proyecto estaba destinado a eso: a la incorporación de todas las gentes dentro del concepto ciudad, dentro de ese todo que puede ser uno.  Por eso lo nombré Ciudad para todos.

Cuando la presidenta del Concejo habla, lo hace con todo su cuerpo: sus manos hacen ademanes que explican juntamente con las palabras que pronuncia; sus ojos visualizan mi cuaderno de notas, su nariz y boca toman aire para emitir todas las respuestas para mis preguntas. Entre las dudas que tengo, está una referida al campo que estudió: el cine.

–¿Qué película, según usted, está acorde a su vida?

–Entre todas las que tengo, me encanta la boliviana El día que murió el silencio, pero la que define mi vida es la filmografía, La vida es bella.

Andrea Cornejo no me dice por qué eligió esta película como representación de su vida. No me lo dice, pero lo intuyo: quizá sea porque el director e intérprete, Roberto Benigni, dijo la frase “la vida a veces duele, a veces cansa, a veces hiere. No es perfecta, no es coherente, no es fácil, no es eterna, pero a pesar de todo, la vida es bella”. Quizá Cornejo haya plasmado la frase de Benigni en su vida, quizá por eso eligió la película.

La entrevista fluye en la sala de reuniones. Estamos solamente los dos. Le hago una pregunta referida a la condición de mujer.

–Ser mujer significa “ser”. También simboliza tener fortaleza. Desde todos los ámbitos, la mujer es la fortaleza, ya sea en la oficina, en el hogar, en donde sea. Es decir, puede desempeñarse en casi todo. Es en esos momentos donde se ve su fortaleza. Entonces, una mujer puede y tiene toda la capacidad para asumir distintos roles para demostrar eso: fortaleza.

Es en ese sentido que Cornejo entiende el concepto de ser mujer: mantener la entereza y la condición de “ser” a pesar de todo.

La entrevista continúa y le hago un pequeño resumen de un libro para luego proceder con la última pregunta. Le digo:

--En 1952, el escritor Ellison Ralph publicó el libro titulado El hombre invisible. En este libro, Ralph menciona que la gente no lo ve porque, simplemente, se niegan a verlo. Y es, en ese punto, que él grita para que lo vean, para que lo sientan. Entonces:

–¿Usted gritó para que le reconociesen?

–No, no gritar para se me reconozca, sino gritar para que se cumplan mis derechos. Eso sí es lo que he hecho al convertirme en activista de los derechos de las personas con discapacidad: gritar para que se me reconozca como persona. Pero no como persona con discapacidad, sino como persona que tiene derechos. Gritar para que las autoridades y las personas respeten los derechos que cada uno tiene: tú, yo ellos: todos con derechos. Esto porque, en nuestra ciudad, las personas con discapacidad han sido invisibilizadas. Por eso yo tuve que gritar.

En su última respuesta, Cornejo define lo que realmente es: una mujer que supo cambiar.

El poeta Antonio Machado dijo que el camino se hace al caminar, que no todo está listo, sino que el proceder con la vida hace el camino. Andrea Cornejo es el reflejo mismo de la poesía de Machado: ella vio en su dificultad la mayor oportunidad de cambiar. Un camino que se está forjando aún. Entonces, la pieza poética cambiaría para Cornejo: caminante no hay camino, se hace camino al andar.



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