Sociedad | 18/10/2018

Chumita, el niño futbolista, perdió la batalla contra el cáncer

Foto: Página Siete

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Brújula Digital|18|10|18|

El Chumita falleció la noche del miércoles. El menor de 13 años de edad, cuya madre aceptó traficar droga para pagar su tratamiento, perdió la batalla contra el cáncer en la ciudad de Montero, departamento de Santa Cruz.

“El cuadro era irreversible, prácticamente estaba desahuciado. Su mamá pudo llegar de la Argentina y compartir algunos días con su hijo”, contó a Página Siete Jorge Paz Yabeta, representante departamental de la Defensoría del Pueblo en Santa Cruz.

El año 2017, los médicos diagnosticaron a Fernando osteosarcoma de fémur derecho. Su mamá no podía pagar el tratamiento de su hijo y se vio obligada llevar paquetes con más de un kilo de cocaína hasta el barrio de Liniers en Buenos Aires (Argentina) por 500 dólares.

En el vecino país, fue descubierta portando cocaína y fue recluida por casi un año en el penal de Güemes, en Salta. La noticia afectó tanto al niño que dejó de recibir el tratamiento. Recién en marzo de este año, Fernando volvió a retomar la atención médica. Debido al avance de la metástasis, los médicos le amputaron la pierna. Claudia llegó a Montero la noche del viernes de la anterior semana para acompañar a su hijo gracias a una autorización del juez federal de Salta, Ernesto Hansen, que permitió a la mujer dejar la cárcel por 30 días.

Conmoción en Montero

Decenas de personas visitan el jueves en la ciudad Montero la vivienda de Fernando José Suárez, un niño futbolista de 13 años de edad conocido como Chumita que falleció ayer, víctima del cáncer, en los brazos de su madre y sus familiares más cercanos.

"Es muy triste para todo el pueblo montereño despedirlo, porque él era un niño que amaba a su familia, el fútbol, tenía condiciones innatas de goleador, y un verdadero luchador", destacó uno de sus entrenadores que fue entrevistado por la red de televisión Unitel.

Chumita, cuyo apodo se ganó por la habilidad en su juego, similar al del futbolista profesional Alejandro Chumacero, es despedido por sus compañeros de las divisiones inferiores del Guabirá, que exhiben los trofeos que obtuvo como goleador y campeón.

Sobre su féretro blanco también se exhibe una casaca de Oriente Petrolero autografiada por los jugadores de la plantilla principal de este equipo por el cual se declaró hincha y tenía el deseo de alguna vez ser su goleador.

De acuerdo a los testimonios de sus allegados, el Chumita pedía a sus familiares, en especial a su madre, que lo abracen en todo momento y mostró cierta mejoría tras reencontrarse con ella después de casi un año de no verla.

El menor se encontraba con respirador artificial en las últimas semanas y su estado fue más crítico tras sufrir la amputación de una de sus piernas debido a que el cáncer hizo metástasis en todo su cuerpo.

En la víspera, el defensor del Pueblo, David Tezanos Pinto, emitió un pronunciamiento con respecto al caso de la madre del menor, para interponer sus buenos oficios con el fin de que pueda ser repatriada.

 "La Defensoría del Pueblo seguirá realizando el seguimiento y la revisión con la Defensa Pública de Salta para lograr el sobreseimiento de la imputada en el estado de necesidad", dijo en una conferencia de prensa. 

La acción de las autoridades se centrará en lograr que Claudia, la madre, vuelva a Bolivia para estar cerca de sus otros cuatro hijos y desde el Gobierno hay un compromiso para que la familia pueda acceder a una vivienda propia, según fuentes cercanas a la familia.



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