Tras 11 años, dictan 30 años de cárcel contra exalcalde de Ancoraimes por asesinato de concejala Quispe

Brújula Digital |04|01|24|

Después de casi 12 años, la Justicia emitió una sentencia condenatoria por el asesinato de Juana Quispe. concejala de Ancoraimes, departamento de La Paz, luego de ser víctima de violencia política. Los principales acusados, el ahora exalcalde Félix Huanca y el expresidente del concejo Pastor Cutili, fueron sentenciados a 30 años de presidio.

La información fue emitida por la abogada Valkiria Lira, quien acotó que el Juzgado 4° de Sentencia de La Paz dictó 15 años de cárcel en contra de Basilia Ramos y 2 años de prisión para Exalta Arismenti, por el delito de asesinato en el grado de autores intelectuales.

El asesinato de Quispe fue un caso emblemático de violencia política en Bolivia, debido a que Huanca y Cutili ejercían violencia política en su contra porque, en su calidad de concejal de oposición, ejercía acciones de fiscalización.

Entre 2010 y 2012, Quispe fue víctima de violencia física y psicológica. En marzo de 2012 su cuerpo fue hallado sin vida sobre el río Orkojahuira de La Paz, con signos de haber sido estrangulada.

Lira informó que Isidro Poma se convirtió en el testigo clave de este caso, pues fue él quien reveló en el juicio que Huanca le confesó que contrató a sicarios para segar la vida de Huanca, luego de una marcha de protesta que hubo en la ciudad de La Paz.

La abogada ira detalló que los enemigos de Quispe la invitaron a almorzar, antes del asesinato, para que después los sicarios den curso al asesinato.

Lira resaltó que este proceso judicial fue muy complicado, debido a que los acusados tenían mucha influencia política que impedía un avance en el juicio. Recordó que, por esta situación, autoridades de la Fiscalía fueron convocados en tres oportunidades a informes orales.

Acotó que el proceso culminó gracias al apoyo de diferentes colectivos y organizaciones de defensa de la mujer, además del Defensor del Pueblo, quienes presionaron para que el proceso culmine y los culpables no queden impunes.

BD/JJC