|OPINION|La mediocridad del “circulo azul” arcista|José Manuel Ormachea|

Brújula Digital |06|12|23|

El reconocido consultor político ecuatoriano, Jaime Durán Barba identificó a un segmento social que tiende a replicarse y reproducirse de manera endógena en casi toda América Latina: el “círculo rojo”. ¿Qué es eso? Es una amplia red de políticos, analistas, operadores de justicia, empresarios, periodistas. En otras palabras, los tomadores de decisiones.

Para “criollizar” el asunto, veamos qué es el “círculo azul”, al que podríamos denominar “la rosca” (por no decir “la casta” que es la denominación acuñada por Podemos de España y Javier Milei de Argentina).

¿El arcismo construyó en poco tiempo un tejido de “intelectuales”, medios de comunicación, empresarios, “movimientos sociales”, políticos funcionales como los 10 trásfugas opositores que se vendieron en el Parlamento, jueces y fiscales, varios alcaldes y gobernadores que se presentaron como “opositores” en un comienzo y demás advenedizos que conforman una rosca? Por supuesto que sí.

Los integrantes del “circulo azul”, en sus respectivas posiciones de poder, cuentan con diferentes “tareas” que, desde el poder central, directa o indirectamente, les instruyen o los presionan a realizar a cambio de continuar con sus privilegios mediáticos, económicos y políticos. Es decir, no son una élite con convicciones, sino con instrucciones.  

Por ejemplo, hoy fungen como la “policía de la moral”; aquel que esté en desacuerdo con la “narrativa oficial” es catalogado (estilo María Galindo) de “machista”, “patriarcal”, “racista”, “oligarca”, “imperialista” y demás. Utilizan sus redes sociales para imponer lo que es “políticamente correcto” y lo que no. El poder les ordena desde no hacer directa apología del MAS, pues basta con criticar severamente a la oposición, haya argumentos válidos o no (la línea es: “no es que el MAS sea lo mejor, es que los ´otros´ son peores”).

Otros, que son típicos traficantes de la política, como Juan Carlos Huarachi de la COB, el fiscal Juan Lanchipa o el general Juan José Zúñiga, no se hacen problemas con su genuflexión, lo hicieron con Evo, Añez y Arce por igual. Son rosqueros profesionales, ellos llegan a ese repugnante nivel de zalamería.

En lo judicial, es obvio. El “círculo azul” castiga sistemáticamente a las verdaderas autoridades opositoras. Pero al “opositor” obediente lo premian eliminando todos sus procesos pendientes. Como menciona en su cuenta de “X” uno de los exponentes intelectuales de la rosca: “No son presos políticos, son políticos que están en la cárcel porque cometieron delitos”. Así, tratan de convencer a la opinión pública del “no es venganza, es justicia”.

En lo mediático e “intelectual”, se posicionan muy cercanos a este “círculo azul” (por no decir que lo componen) Fernando Molina, Fernando Mayorga, Susana Bejarano, Marcelo Arequipa, Rubén Atahuichi, Claudia Benavente, Marcelo Silva, Ángel Careaga, Hugo Moldiz, José “Gringo” González, Julio Peñaloza, etc., todos acomodados en distintos “lugares estratégicos” para dar la “batalla cultural” en favor de la rosca. Medios, redes sociales, columnas de opinión, universidades, eventos y reuniones sociales. Van y evangelizan, dan la liturgia azul para luego (directa o indirectamente) “rendir cuentas” a Casa del Pueblo de sus dichos y acciones.

Es interesante como más de uno de estos “rosqueros”, antes eran los “ninguneados” por Evo Morales, pues varios no recibieron el cargo que soñaban ni la confianza del “Jefazo” en su momento para ocupar ningún puesto o recibir ningún contrato importante. Varios son los “funcionarios de quinta categoría” que mencionaba García Linera y que ahora desempeñan altas funciones estatales o privadas dentro del arcismo,

Hoy, varios se prestan a criticar a Morales por resentimiento y por demostrar que siguen la línea arcista, cuando jamás criticaron 14 años de autoritarismo y corrupción del expresidente. Por debajo, en “off”, como se dice, algunos muestran su verdadero talante clasista y discriminador: “Si un indio ha logrado todo lo que ha logrado, ¡Imagínate un profesional como Arce!” te dicen.

Es a ellos que tenemos que combatir: familiares acomodados en el Estado, medios amigos del poder, “opositores” solo de nombre, “guerreros culturales” y otros. Son, pues, un “establishment” de puros mediocres. Tan mediocres como su expresidente, que no les dio bola, y su Presidente actual, que les da demasiada.

 José Manuel Ormachea es politólogo y diputado (suplente, como le gusta precisar al “círculo azul”).

BD/RPU