|OPINIÓN| Argentina en su laberinto |Rolando Morales|

Brújula Digital |22|11|23|

Rolando Morales Anaya

Argentina se encuentra embarcada en un horizonte de incertidumbres que se relacionan al carácter de los dos recientemente elegidos primeros mandatarios y a los posibles comportamientos del público frente a las políticas que proponen ejecutar.

Mucha gente tiene temor de que los nuevos mandatarios ejecuten políticas insensatas en desmedro de la economía y bienestar de los argentinos, pero frente a este temor se destaca que el partido ganador de los comicios (LLA) tiene una magra presencia en el congreso (38 diputados y 8 senadores) con lo cual no podrá ejecutar todo lo que propone. Tendrá que negociar con Juntos para el Cambio (JxC), la coalición liderada por Macri y Bullrich, insignes políticos de la casta. Estos esperan participar en el gobierno y atemperar las promesas extremas de los nuevos mandatarios, algo que suscita dudas razonables teniendo en cuenta el carácter irascible de Milei. Incluso con el apoyo de JxC, el nuevo gobierno tendrá una presencia débil en el legislativo. Por ello, algunos albergan la esperanza de que Milei no cumpla lo que prometió durante su campaña.

Las propuestas más importantes de LLA son dolarizar la economía, cerrar el Banco Central, “arancelar” la educación y la salud (es decir cobrar por sus servicios) y quitar la mayor parte de los subsidios. 

Para dolarizar la economía, se requiere que el Banco Central convierta en dólares todo el dinero primario en pesos argentinos en manos del público. Esto significaría que tendría que vender internamente unos 600 mil millones de dólares (cálculo aproximado) que no los tiene y no los tendrá a disposición en mucho tiempo. Sin embargo, si Milei logra repatriar los capitales que los argentinos tienen en el exterior, que se estima en unos 300 mil millones de dólares, podría dar inicio al proceso de dolarización. Cómo los dueños de esos capitales reaccionaran frente al nuevo gobierno es un misterio. Es necesario destacar que además de los dólares que requiere para remplazar a los pesos, Argentina tiene que hacer frente a una millonaria deuda externa de 332 mil millones de dólares. Suponiendo que tenga éxito en la primera fase de la dolarización (reemplazar los pesos argentinos por dólares), su sostenibilidad depende de que logre ir aumentando las reservas internacionales. Normalmente, los bancos centrales modulan la oferta de dinero, pero en un régimen dolarizado, con un banco central con pocas funciones, la oferta de dinero es una variable exógena dependiente de las variaciones de las reservas internacionales muy dependientes del servicio de la deuda externa..

El porcentaje de pobres en Argentina es alarmante (41%) y cabe destacar que muchos de ellos votaron por Milei sin darse cuenta de que una importante parte de sus propuestas consisten en “arancelar” la educación y la salud y quitar los subsidios a algunos servicios básicos como el agua y la electricidad. Es muy probable que, si intenta hacerlo, la gente, sobre todo los pobres, reaccionen violentamente llevando al país a un estado de ingobernabilidad. Lo más probable es que no trate de hacerlo.

El nuevo gobierno tendrá que trabajar muy mucho en el nivel internacional. Durante la campaña, Milei tuvo expresiones duras contra sus principales socios comerciales, China y Brasil, incluso dijo que podría desviar el comercio que Argentina tiene con China. Dijo que rompería relaciones con Venezuela y el Vaticano y trató al papa de “asqueroso comunista”. Amenazó de retir Argentina del Mercosur. Por otra parte, el gobierno de Estados Unidos no ve con buenos ojos a Milei por su simpatía con Donald Trump y Bolsonaro. La opinión pública mundial se escandalizó escuchando las declaraciones de Victoria Villarruel sobre los crímenes de las dictaduras militares. La prensa europea es unánime en manifestar su aversión a los discursos de Milei y de Villarruel. Todo esto puede arreglar la diplomacia en la medida en que cambien los discursos, se abandonen los despropósitos y que la economía reaccione favorablemente, sobre todo el empleo, pero existe el riesgo de que la estabilización económica buscada por el gobierno genere más desempleo, por lo menos, en el corto plazo.

Entre tanto, en Wall Street las acciones y bonos argentinos se dispararon ante la perspectiva de apropiarse de activos a precios de gallina muerta como ocurrió en todos los casos de privatización en América Latina. Milei prometió la privatización de YPF y de otras importantes empresas. La posibilidad de hacer ganancias especulativas en el corto plazo es importante, pero evaluando los riesgos de fracaso, los poseedores de acciones y bonos trataran de deshacerse de ellos lo más rápidamente posible.