Por caso de meningitis encapsulan la cárcel San Antonio de Cochabamba

Brújula Digital |26|10|23|

Tras la confirmación de laboratorio de un caso de meningitis en la cárcel cochabambina de San Antonio, autoridades de salud, en coordinación con Régimen Penitenciario, definieron encapsular por siete días el recinto penal para realizar un rastrillaje sanitario y detectar posibles nuevos casos.

"El miércoles, al promediar las 17:00, nos llegó el reporte del paciente privado de libertad, diagnosticado por meningitis bacteriana. Bajo coordinación con el Sedes (Servicio Departamental de Salud de Cochabamba) y el Hospital Viedma, del área de Infectología, se están tomando los recaudos. Hemos aislado o encapsulado el penal por siete días", informó el médico de la cárcel, Miguel Zambrana.

El caso se presentó en un interno de 73 años, que previamente al diagnóstico presentó dolor de cabeza fuerte y debilidad, el paciente tiene una enfermedad de base, hipertensión. Inicialmente fue atendido por personal médico de la cárcel, pero ante la gravedad del caso se lo derivó al hospital de tercer nivel Viedma, donde se realizaron los exámenes correspondientes.

Por esta razón y para evitar un posible brote dentro del recinto y que este se expanda fuera de los muros de la cárcel, los internos no recibirán visitas de ningún tipo, solo el personal de salud y de los efectivos del orden, quienes cumplirán con todas las medidas de bioseguridad.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la meningitis es la inflamación de los tejidos que rodean el cerebro y la médula espinal. Suele deberse a una infección, que podría ser mortal y requiere atención médica inmediata. Hay varias especies de bacterias, virus, hongos y parásitos que pueden causarla, la mayoría de estas infecciones se transmite entre personas a través de gotas respiratorias o secreciones de la garganta.

Los síntomas habituales de la meningitis son: rigidez de nuca, fiebre, confusión o alteración del estado mental, cefaleas, náuseas y vómitos. Otros menos frecuentes son: convulsiones, coma y deficiencias neurológicas (por ejemplo, pérdida de audición o visión, deterioro cognitivo o debilidad de las extremidades).

Zambrana explicó que para detener el avance de la enfermedad, previamente se realizó un rastrillaje con los internos para detectar posibles nuevos casos y paralelamente se aplicó medicamentos a los que estuvieron en contacto con el paciente aislado.

El encapsulamiento de siete días permitirá evidenciar si otros internos presentan síntomas de la enfermedad, a los que de inmediato se les administrará tratamiento, en tanto, el personal y la población recluida, tendrá que usar barbijo, como una medida de evitar un posible contagio.

BD/WPS