La Contiocap denuncia que defensores ambientales de Oruro sufren amenazas; piden autoridades asumir acciones

Brújula Digital |30|07|23|

La Coordinadora Nacional de Defensa de los Territorios Indígenas Originarios Campesinos y Áreas Protegidas de Bolivia (Cotiocap) denunció que los defensores ambientales del Ayllu Acre Antequera, del departamento de Oruro, sufren amenazas por parte de dirigentes de la localidad que permiten la contaminación en dicha Ayllu.

Los que sufrieron las amenazas son Hernán Roque Flores, Bertha Ayala, defensores ambientales de la Asociación Qhana Pukara Kurmi y la abogada Beatriz Bautista.

“Los mensajes amenazantes, cargados de adjetivos que señalan sin pruebas de graves cargos contra el hermano Hernán Roque, y hermanas Bertha Ayala, Beatriz Bautista, expresan un alto grado de violencia e intolerancia, mismas que no manifiestan una disposición a escenarios de diálogo”, se lee en parte del comunicado de la Contiocap.

Por tal motivo, la Contiocap exige a las autoridades de la Gobernación de Oruro y a las de los municipios de Poopó asumir las acciones para prever nuevos hechos de violencia y que se le dé las garantías y protección a sus derechos para las personas mencionadas.

Para la Coordinadora, dichos ataques perpetrados por dirigentes que permiten la contaminación por las actividades mineras, son una muestra del debilitamiento del Estado de Derecho y la falta de justicia para comunidades y personas que se oponen a las actividades extractivas.

“Llamamos a la comunidad internacional y organismos internacional de Derechos Humanos instar al gobierno boliviano y autoridades locales a asumir con responsabilidad su rol de garantizar los derechos a los defensores ambientales, en el marco de los derechos garantizados por la Constitución y los convenios internacionales, particularmente el Acuerdo de Escazú”, señala el comunicado.

Los ataques que sufren los defensores en esa región del país no son los primeros. En junio, los mismos dirigentes violentaron una vigilia pacífica de comunarios que reclamaban contra la desertificación y contaminación por actividades mineras. Y el último ataque se dio el sábado, 29 de julio, cuando se llevaba adelante el festival autóctono denominado “por la libre determinación de las naciones y pueblos indígenas y el derecho a la identidad cultural”.

BD/MC