Zulema Alanes: “nuestros colegas ya no necesitan solo un casco, sino también un chaleco antibalas”

Brújula Digital |04|01|23|

Ante la escalada de violencia que atraviesa la ciudad de Santa Cruz, como consecuencia de la represión policial y los ataques de grupos irregulares afines al Gobierno de Luis Arce que actúan en contra de las protestas ciudadanas, las y los periodistas, ya no necesitan solo un casco, sino también un chaleco antibalas, afirmó la secretaria de Libertad de Prensa de la Asociación de Periodistas de La Paz (APLP), Zulema Alanes.

“Nos dan cuenta que desde las fuerzas del orden están dispuestos a disparar a matar, esa es la percepción de los periodistas de Santa Cruz (…). Ésa la situación que se está viviendo en Santa Cruz, al punto que los colegas ya no necesitan solo un casco protector para realizar la cobertura periodística, sino un chaleco antibalas.

La ciudadanía cruceña se encuentra movilizada desde hace una semana en contra de la violenta aprehensión y posterior detención del gobernador Luis Fernando Camacho, quien se encuentra recluido en celdas del penal de máxima seguridad de Chonchocoro en pleno altiplano de La Paz. Se lo sindica de haber participado en el denominado "golpe" de 2019.

Precisamente por esa situación de violencia, mencionó que los periodistas afectados presentaron una acción de libertad en la que exigen la tutela al derecho a la vida y demandan al Ministro de Gobierno, Carlos Eduardo del Castillo y al comandante Departamental de la Policía, Jhonny Chávez.

“El año 2022 ha sido sin duda, uno de los años más violentos y de mayor riesgo para la prensa en Bolivia; la manera cómo ha concluido el año con una agresión directa contra la periodista Raisa Ontiveros en La Paz, el ataque con balines al periodista José Enrique Tarqui y con una granada de gas al periodista Roger Ramos, muestra estos niveles de violencia”, señaló.

El periodista Joel Orellana y su asistente Miguel Ángel Rivero, ambos de la red televisiva privada Unitel, fueron golpeados por efectivos de la Policía, el 1º de enero, durante la cobertura de protestas ciudadanas contra el arresto violento del gobernador del departamento de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho. El hecho sucedió un día después de que el procurador General del Estado, Wilfredo Chávez tildara al canal de “prensa basura”.

“Consideramos que lo que se está viviendo en Santa Cruz es una situación de violencia extrema donde los periodistas están poniendo virtualmente en riesgo sus vidas”, aseveró la representante de la APLP y periodista de destacada trayectoria.

Balance negativo de 2022

En ese marco dijo que el balance del año 2022 es muy negativo, porque de acuerdo con los registros que existen se demuestra una sistemática vulneración a la libertad de prensa. “En promedio cada dos días se ha incurrido en la comisión de un hecho de agresión contra periodistas o vulneración de libertad de prensa en el país”, dijo.

Advirtió que durante los más de 30 días de paro de Santa Cruz en demanda del censo de población y vivienda para el 2023, se vio una combinación muy extraña entre fuerzas del orden y grupos de choque de encapuchados, afines al partido de Gobierno –MAS- que actúan de manera articulada, situación que no se había visto ni siquiera en regímenes dictatoriales, cuando actuaban paramilitares.

“Hoy, hay una combinación extraña de fuerzas del orden que provocan mayor desorden, y estos grupos ciertamente irregulares, que son grupos de choque de civiles encapuchados, que atacan a los manifestantes, y en medio de esa dinámica, los periodistas también somos víctimas. Creo que los últimos hechos en Santa Cruz, hacen ver que existen órdenes expresas para no tener ningún grado de consideración con los periodistas”, señaló.

En análisis de Alanes, la situación para las y los periodistas es verdaderamente preocupante, ya que las variadas formas de vulneración de prensa han ido en aumento. El Observatorio de Defensores y Defensoras de Derechos de Unitas el año pasado reportó 73 vulneraciones en contra la prensa, inferior a los registrados en la presente gestión.

Sin embargo consideró que la violencia que hoy se ve en contra de colegas, es el resultado del discurso de odio que se ha germinado durante el Gobierno de Evo Morales.

Dijo que no hay que olvidarse que durante el Gobierno del expresidente Evo Morales ya incorporó la práctica de ataque directo a los periodistas que estaban en cobertura.

“Él (Morales) durante los conflictos de 2019 derivado del fraude electoral se trajo para su protección a grupos de campesinos del Norte de Potosí y a cooperativistas que se pertrecharon en la plaza Murillo y que actuaban para reprimir a los manifestantes con el apoyo de la Policía, esa práctica era inusitada”, señaló.

BD JMC