Narcotráfico: un año de apogeo, protección, muertos y denuncias mutuas

Brújula Digital |21|12|22|

Amalia Pando / Cabildeo Digital

El pez muere por la. Boca, menos en Bolivia 

Este 2022, arcistas renovadores y evistas se acusaron mutuamente y en tono alto de estar metidos en el narcotráfico. Y sin embargo, nadie fue investigado, detenido o mínimamente destituido. 

“Tu ministro es narco”, le dijo Evo a Lucho, refiriéndose al ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo

A su vez Carlos Romero, ex ministro de Gobierno de Evo y su actual portavoz, acusó al gobierno de Lucho Arce de tener nexos con la DEA para “acabar con Evo Morales “

También acusó a Del Castillo y otros funcionarios del ministerio de Gobierno de estar dedicados a la compra de bienes con recursos del narcotráfico.

Los tres celulares de Evo que fueron robados en una concentración del MAS habrían sido ofrecidos a la DEA por tres millones de dólares, según Romero.

Por su parte, el diputado Rolando Cuellar contraatacó y dijo que Romero encabeza una organización criminal alias “Ojitos de Guapurú”. “El señor Romero es un pez gordo de narcotráfico “, dijo.

25 ejecuciones

Este año, el narcotráfico cobro la vida de al menos 25 personas, la mayoría en Santa Cruz, entre ellos cuatro policías, un guerrillero colombiano de las FARC, y ocho miembros del brasileño Primer Comando de la Capital, PCC, que fueron acribillados a tiros, el que más recibió 17 balas en la localidad de San Matías.

La cocaína crece en 700 %

La violencia acompaña al incremento de la producción de coca y cocaína. Por primera vez en muchos años, la oficina contra las drogas de las Naciones Unidas, UNODC, dio cifras adversas al gobierno del MAS. Los cultivos crecieron en un 10%, afirma este informe. 

A su vez, Carlos Borth, usando datos oficiales concluyó que la producción de cocaína creció en más de 700 %, una actividad que mueve cerca de 300 millones de dólares.

El triple crimen de porongo 

Tres policías fueron ejecutados en Porongo-Santa Cruz poniendo en evidencia el vínculo carnal entre el narcotráfico y la cúpula de la Policía que responde al gobierno a través del ministro Eduardo del Castillo. 

Este caso hizo caer al obsecuente masista, comandante de la Policía, Jhonny Aguilera, y llevó a proceso a los dos oficiales de la Policía, del GIOE, que supuestamente lograron la entrega del autor del crimen, el narco Misael Nallar. 

Del Castillo condecoró al mayor Álvaro Muñoz quien días después fue acusado no solo de proteger a Nallar, como se sospechaba a un principio, sino de haber participado en el triple asesinato. Hasta hoy no se sabe el motivo de este crimen. 

Muñoz fue liberado por el juez de La Guardia Rodrigo Vedia y solo debe presentarse a la Fiscalía una vez por mes. Muñoz había advertido al gobierno: “Si me mandan a la cárcel, verán, contaré todo”. 

Este es el epílogo de la TRILOGÍA DEL ENCUBRIMIENTO, las notas de Cabildeo Digital que este año relataron tres casos de narcotráfico que prueban más allá de las mutuas acusaciones políticas que los gobiernos del MAS están hasta el cuello.

BD