Amparo Carvajal y la dura tarea de defender los derechos humanos en Bolivia

Especial

Brújula Digital |18|12|22|

Claudia Soruco

Por su inquebrantable defensa por los derechos humanos en el país, el periódico Página Siete eligió a la activista y presidenta de la Asamblea Permanente de DDHH, Amparo Carvajal, como personaje de 2021. La Asociación Nacional de la Prensa (ANP) le otorgó este año el “Premio Libertad” por su servicio de defensa de 50 años.

Fueron solo dos de los innumerables reconocimientos que Carvajal recibió de instituciones, colectivos, medios de comunicación y entidades internacionales a lo largo de los años que radica en  Bolivia.Defendió a sectores vulnerables como los campesinos, indígenas, mujeres y también a activistas y líderes sociales y políticos frente a amenazas en sus derechos. Entre estos personajes estuvo el ex vicepresidente Álvaro García Linera, acusado y detenido por “terrorismo” en los 90. Carvajal fue a visitarlo e intercedió por él. “Lo que puedo decir es que yo he conocido en tiempos muy duros al Vicepresidente y a su compañera Raquel (Gutiérrez), su historia”, dijo en una entrevista en 2016.

También defendió a Sacha Llorenti quién tiempo después, encaminó de manera activa  la  división de la Asamblea de Derechos Humanos  cuando ocupó el cargo de director ejecutivo, años antes del primer mandato de Evo Morales.

La participación  de la APDHB  en escenarios conflictos en el país fue fundamental y su representación para denunciar vulneraciones y violencia también fue determinante para que la opinión pública se movilice.

Instituciones y colectivos enumeran entre sus documentos de archivo los procesos en la  gestión y asistencia de Carvajal en momentos cruciales y determinantes para el país, como la denuncia contra policías que dispararon a los jóvenes Mario Fidel Hernani y David Callizaya, en Caranavi, en mayo de 2010 o contra la represión a los indígenas que defendían el TIPNIS (Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure) de un proyecto de construcción de una carretera.

Esta última se trató de la conocida represión policial en Chaparina, en septiembre de 2011. Unos 1500 marchistas hombres, mujeres y niños que participaban en la Octava Marcha en defensa del TIPNIS fueron duramente atacados por los efectivos. Hubo más de 100 heridos y unos 200 detenidos, que posteriormente fueron liberados.

La APDHB atendió este caso, sistematizó los testimonios y ratificó la vulneración de derechos de los indígenas que marcharon. 

El conflicto de Apolo, el 19 de octubre de 2013, donde hubo una embocada y enfrentamiento armado  en medio de un plan de erradicación de coca y que dejó el saldo de cuatro personas fallecidas, también fue un hecho en el que la APDHB participó de manera activa para el seguimiento y posterior denuncia. “Los testimonios indican que fueron intervenidas las viviendas a las 05.00, con la rotura de ventanas y puertas. Llevaron a mujeres y niños a la puerta del colegio, donde sufrieron castigos y vejámenes degradantes, por lo que hubo una reacción de los hombres, por eso pedimos una investigación imparcial”, se solicitó desde esta institución.

En un relato que hizo el destacado sacerdote jesuita y escritor Xavier Albó en el 2016, la APDHB y Amparo Carvajal encaminaron su labor de defensa de los derechos también enfrentando  una situación delicada de división de su institución con el objetivo de consolidar su paralelismo. “Es bastante común en todas partes que las organizaciones de derechos humanos se manejen con mayor soltura frente a un claro enemigo (por ejemplo una dictadura militar) que cuando los abusos vienen de un gobierno democrático”, estableció el intelectual jesuita.

Pero estos intentos de generar paralelismo no detuvieron el trabajo de la Asamblea, que también tuvo una participación relevante en la defensa de la Reserva Nacional de Fauna y Flora de Tariquía (Tarija) en los intentos de implementar la explotación petrolera pese al rechazo de comunidades indígenas y campesinas de la región.

El pasado 18 de abril, Carvajal denunció que fue secuestrada por interculturales en el ingreso a Tariquía, donde debía realizar un recorrido para evidenciar la situación de pobreza en la que viven familias de la comunidad El Cajón y que son hostigadas por defender su territorio. “(…). Me dicen que ‘no paso, no paso’; ellos me quieren sacar de aquí en una movilidad, me siento bien secuestrada”, dijo la activista.

Con un notorio cansancio por la edad y apoyada en su bastón, Carvajal llegó a lugares de conflictos sociales complicados y peligrosos.

En medio de las movilizaciones, enfrentamientos y estado de emergencia, la presidenta de la APDHB también asistió a la Asociación Departamental de Productores de Coca (Adepcoca), que demandan el cierre de un mercado ilegal de venta que afecta e manera directa en sus ingresos económicos.

Y así, Carvajal, de 83 años de edad, continúa con su labor encabezando la institución de defensa de derechos humanos en Bolivia, pese a estas fracturas e intentos de consolidar un paralelismo.

Frases destacadas

“Amparo es un buen ejemplo del dicho: “en el frasquito chico se guarda el mejor licor” (o mermelada, veneno, etc.). Petisa, inquieta y ahora cojita, sigue siendo una luchadora gigante”.

Xavier Albó, sacerdote jesuita y escritor

Xavier Albó

“La vida y la lucha de Amparo merece el reconocimiento del pueblo boliviano y por ello las y los amigas/os y las organizaciones e instituciones que articulan este acto, en el Paraninfo de la UMSA, nos unimos en este fraternal homenaje a nuestra amiga y compañera, cuya lucha apoyamos y compartimos, y cuya vida aplaudimos.

Remberto Cárdenas Morales, escritor, periodista, defensor de derechos humanos (+)

Remberto Cárdenas