Eva Copa y el comercio de tránsfugas

Brújula Digital |02|09|21|

Amalia Pando, tomado de Cabildo Digital

Eva Copa cambia de color político como de los pantalones a la pollera y deja en shock a todo el mundo. 

Se rebeló contra Evo Morales porque no le permitió ser candidata a la Alcaldía de El Alto y arrasó con el voto de la oposición y los desengañados del MAS. En ese momento ella representó el triunfo sobre la tiranía del jefazo. 

De entonces para acá ha sido expulsada dos veces, de su partido el MAS y de Jallalla, la agrupación con la que ganó la Alcaldía y de la que se desentendió al instante. Leonardo Chui, de Jallalla, reveló con amargura que la llamó 50 veces y 50 veces no le atendió el celular. 

Las lágrimas de Eva

Si alguna vez Eva Coca despertó las esperanzas de verla encabezando una oposición democrática y popular con miras a las elecciones generales del 2025, estas cayeron como sus propias lágrimas al dirigirse a Luis Arce a quién le dijo “aquí está tu pueblo, vamos a defender el gobierno”, el gobierno del MAS. 

Ambos, Eva y Lucho, del brazo y por la Plaza Murillo, intercambiaron en público risas y sonrisas, exponiendo un amor que no es limpio ni puro.

Él, muy interesado en recuperar esa emblemática Alcaldía y sobre todo a ese electorado, y ella en aminorar el riesgo de un bloqueo económico que hunda su gestión.

Las cadenas de Eva

Días más tarde, ante la avalancha de críticas por su acercamiento al Gobierno, retrocedió: “volver al MAS nunca más”.

Pero luego se confirmó que había contratado con el ítem de asesores a tres masistas del entorno de Evo Morales, entre ellos al ex ministro de Defensa, Javier Zabaleta, cuya actuación entre el 10 y 11 de noviembre del 2019 es la prueba de que no hubo golpe de Estado porque estuvo con la cúpula militar hasta que Evo Morales huyó del país. 

En fin, cuando contratas a un ex ministro de Defensa como Zabaleta es que tus lazos con el MAS son ataduras indisolubles, casi cadenas. 

¿Por qué Evo odia a Eva? 

De cualquier forma, Evo Morales detesta a Eva Copa. No le perdona que haga lo que quiera contra la voluntad del Jefazo. 

En noviembre de 2019 le dijo que renuncie a su cargo de senadora y no lo hizo. Eva le arruinó el plan de “vacío de poder” y junto a Jeanine Añez trabajó para la pacificación del país, la renovación del Tribunal Supremo Electoral y la convocatoria a nuevas elecciones y, de paso, ella y toda la Asamblea, por unanimidad, aceptaron la renuncia de Evo Morales. ¡Cómo podría quererla!

El regalo de Eva al gobierno de Lucho

Pero pasaron los meses y el MAS, que estaba en estampida, se reagrupó y dejó de usar, en parte, actos terroristas para rencausar su actividad a la vía electoral. 

Eva Copa, entonces, pasó a la oposición dura contra el gobierno de Jeanine Añez. Bloqueó el desembolso de los 327 millones de dólares del FMI, el ascenso de los militares, la postergación de las elecciones y todo cuanto pudo para boicotear la gestión de transición. 

Y antes de irse de la Asamblea, cuando se confirmó el triunfo del MAS pero sin los 2/3 del parlamento, Eva Copa le regaló a Luis Arce el mecanismo de la gobernabilidad: anuló el requisito de los 2/3 para determinadas decisiones congresales. 

Compra y venta de asambleístas 

Sin embargo, no alcanzó a eliminar los 2/3 para los juicios de responsabilidades, razón por la que el MAS está comprando asambleístas de modo desvergonzado.

Adquirió cuatro de la UCS, del alcalde de Santa Cruz, el supuestamente opositor Johnny Fernández. El precio de los cuatro diputados del alcalde cruceño es similar al cobrado por Eva Copa: viabilidad financiera para su gestión municipal. 

El MAS necesita comprar otros 15 parlamentarios. Seguramente veremos maletines yendo y viniendo de la Asamblea Legislativa. 

El oficialismo quiere enjuiciar otra vez a Gonzalo Sánchez de Lozada, a Jeanine Añez y Carlos Mesa. Eduardo Rodríguez Veltzé se libró gracias a su actitud colaboracionista con el MAS; por otra parte, el oficialismo no tocará ni en chiste a Evo Morales. 

En el caso de los muertos en “La Calancha”, Sucre, hecho mencionado en el informe del GIEI, los muy vivos presentan acusación contra el exministro de gobierno, Alfredo Rada, para salvar de culpa a Evo Morales, que lleva sobre sus espaldas la responsabilidad de 100 muertos en sus tres gestiones de gobierno.

Con el mismo criterio, por los muertos en Senkata, debía ser procesado el exministro Arturo Murillo y no Jeanine Añez. 

Eva Copa, maestra del oportunismo, se suma al MAS en su pedido de juicio de responsabilidades contra Jeanine: “los que no aprueben serán cómplices”, dijo cuando ella bien sabe quién mandó a esos jóvenes, dinamita en mano, a tomar una plata de almacenamiento de gasolina. 

Lo concreto es que Eva Copa, ya sea humilde de pantalones o espectacular de pollera, azul no más se queda.