Guerrero: se ha intentado construir una narrativa que busca desprestigiar el trabajo electoral de la OEA

Brújula Digital|25|08|21|

El secretario Ejecutivo de Fortalecimiento a la Democracia de la Organización de Estados Americanos (OEA), Francisco Guerrero denunció este miércoles, que desde el Gobierno boliviano, se ha intentado construir una narrativa que busca desprestigiar el trabajo electoral de este organismo internacional, que ha descubierto la manipulación del sistema electoral en las elecciones de octubre de 2019.

“Se ha intentado construir una narrativa que busca desprestigiar el trabajo electoral de la OEA. El mejor antídoto ante un nivel tan alto y peligroso de desinformación es el propio trabajo que las misiones de observación electoral han realizado en toda la región, particularmente durante el periodo de la pandemia”, señaló Guerrero.

Las declaraciones las realizó el alto personero durante el Consejo Permanente de la OEA realizado vía Internet, en la que el Gobierno de Bolivia a través del embajador asignado a esta entidad, Héctor Arce; el ministro de Justicia, Iván Lima y el canciller Rogelio Mayta hicieron conocer la posición oficialista respecto al rol de esta entidad en las elecciones de octubre 2019.

“A la distancia queda claro que la OEA contribuyó al esclarecimiento de los hechos, descubriendo la manipulación del sistema electoral a instancias que alegaban fraude, la cooptación de las autoridades electorales y la exacerbación social producida por un manejo irresponsable del proceso electoral”, dejó sentado Guerrero.

El experto en observaciones electorales dijo que todas esas circunstancias se llevaron a cabo en Bolivia, que se generaron en Bolivia y que no son responsabilidad de los observadores electorales.

“Además de estas revelaciones que son alarmantes, los hallazgos en materia informática originalmente fueron revelados por el análisis  integral de la OEA y respaldados  por el informe de Salamanca (…). Son de extrema gravedad, estos hechos se constituyen una severa manipulación de la estructura informática”, manifestó.

Recordó que durante la gestión del secretario General de la OEA, Luis Almagro,  se han desplegado 71 misiones de observación electoral al hemisferio, donde las observaciones y recomendaciones dadas a los diferentes países han sido claves para fortalecer las instituciones y procesos electorales de la región.

“Bolivia no es la excepción, al contrario, se ha trabajado de manera ardua para preservar la democracia boliviana ante graves y perturbadoras afrentas”, subrayó.

Caso boliviano

En el caso de Bolivia, Guerrero recordó que la misión de observación electoral desplegada el 2019 estuvo compuesta por 92 expertos y observadores de 24 nacionalidades.

Por su parte el equipo que participó en el análisis de integridad electoral estuvo conformado por 36 personas de 17 países. “Estos observadores no son actores políticos, son técnicos excepcionales, rigurosos y dedicados”, destacó. 

Dejó establecido que “el compromiso de estos observadores comienza y termina con la integridad de los sistemas democráticos de la región”, pues son personas  que hacen un trabajo minucioso y dedicado exclusivamente para preservar la democracia.

En esa línea dijo que comparar el arduo trabajo de estos expertos de la OEA, con reportes deficientes y sesgados, como el de la Universidad de Salamanca, representa un lamentable intento por cambiar la realidad.  “Pero sin importar qué tanto se insista en esta situación, a pesar de que se busque abstraer y negar, la realidad no puede cambiarse”, enfatizó.

Informe OEA Vs Salamanca

Debido a que fueron aludidos algunos aspectos técnicos de las misiones de la observación electoral, como de la misión que realizó el informe de análisis integral del proceso electoral boliviano, el secretario Ejecutivo de Fortalecimiento a la Democracia de la OEA salió al paso para ratificar el informe del 29 de julio ante la Comisión de Asuntos Jurídicos y Políticos.

Ante la reiterada mención del informe de Salamanca que realizó Héctor Arce, Guerrero dijo que el equipo técnico de la Secretaría para el Fortalecimiento analizó con atención sus hallazgos.

“El informe de Salamanca no analiza elementos clavespara comprender lo que sucedió durante la jornada electoral de 2019, (…). Fue realizado a distancia, un año y medio después de los acontecimientos, fue redactado por un equipo contratado sin experiencia en investigación en temas electorales. Aun con su limitado alcance, ellos mismos reconocen que el informe de la OEA es significativamente más exhaustivo”, mencionó.

Citó que Salamanca confirmó “los perturbadores y graves hallazgos en materia informática contenidos en el análisis de integridad electoral llevado a cabo por la Secretaría General a petición del Gobierno de Bolivia”.

“Esto es muy importante entender: confirma los graves hallazgos en materia informática y ratifica el uso de dos servidores ajenos a la estructura tecnológica establecidos para el sistema de transmisión de resultados preliminares”, señaló.

También dijo que ratifica que el entorno permitía manipulación de datos, suplantación de actas o cualquier otra maniobra ilegal de usuarios con privilegio que puede intervenir en el sistema operativo.

“Confirma que se redirigió el tráfico a una red externa que estaba fuera del dominio, administración, control  y monitoreo del TSE; ilustra la falta de registros que impiden determinar la actividad de usuarios sobre la base de datos; corrobora que hubo destrucción de la evidencia, así como otros elementos que comprometen la integridad de los sistemas utilizados en las elecciones”, detalló.

Sin embargo observó que el mayor problema con el informe de Salamanca es que sin ningún sustento técnico electoral y con base únicamente en la comparación de escasos campos de las bases de datos, “afirma que la gestión inadecuada de los sistemas informáticos no supuso la manipulación de datos”.

Esta conclusión desde el punto de vista del equipo técnico de la OEA, carece de sustento científico. “Una y otra vez los autores contradicen su propia conclusión sobre la integridad de los resultados”, señaló.

El informe Salamanca dijo que confirma que era posible la alteración manual de los datos y que podía hacerse sin dejar rastros, y que a pesar de verificar la integridad de la base de datos hubo usuarios con capacidad de acceso al sistema informático del proceso electoral en calidad de administradores que podían añadir, modificar o eliminar datos, así como borrar los registros de las evidencias.

“Consignan que el borrado de evidencias del servidor V020 supone una incidencia de riesgo alto ya que permite ocultar el comportamiento del servidor al equipo pericial y esconder posibles acciones mal intencionadas”, citó. 

También señaló que el informe Salamanca establece que el sistema de transmisión de resultados electorales preliminares (TREP) y su cómputo oficial eran independientes, pero a renglón seguido señalan “que la única información que compartieron fueron las actas del exterior”, lo que implica que no eran independientes.

“Afirman todo esto omitiendo las imágenes de actas del TREP en el ámbito nacional que se integraron al cómputo por no tener respaldo en papel (…). Reconoce que fueron posibles las alteraciones manuales de los sistemas de bases de datos y que personas no identificadas tenían todo el poder de efectuar cambios ilegales sin dejar rastros. No hubo supervisión por lo que no se puede garantizar la integridad y autenticidad de evidencias”, afirmó.

El Gobierno de Luis Arce, puso en el banquillo de los acusados a Luis Almagro, secretario general de la OEA, ante el Consejo Permanente de ese organismo internacional y demandó al pleno que el diplomático ya no haga referencia al fraude electoral en Bolivia porque interfiere con las acciones internas que asume el Estado boliviano y se constituye en una "afrenta" contra la independencia del Órgano Judicial.

BD JMC