Política | 12/08/2021

Añez sufre trato inhumano y pierde peso, “la están matando”, denuncia su hija

Carolina Ribera denunció la vulneración de los derechos de la expresidenta porque se le niega atención médica adecuada y el debido proceso. Dijo que su madre perdió unos 10 kilos de peso y que sufrió 4 crisis de hipertensión. Dice que le llevan alimentos sin sal y livianos y que les dejan estar con ella pocos minutos

La expresidenta Jeanine Añez. Foto: RRSS

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Brújula Digital |12|08|21|

El sorpresivo traslado de la expresidenta Jeanine Añez al Hospital del Tórax para que reciba atención por la hipertensión que padece, el mediodía del miércoles, volcó la atención hacia la salud de la exmandataria, quien en dos días cumplirá cinco meses de detención preventiva. En una fotografía se la ve delgada y demacrada.

Lejos del poder que tenía como primera autoridad del país por casi un año, la hija de la exmandataria, Carolina Ribera Añez, denuncia que su madre ahora recibe un “trato inhumano” en el penal de Miraflores, donde está privada de libertad por el proceso denominado “golpe de Estado”, en el que se la acusa de cometer los delitos de terrorismo, sedición y conspiración por suceder a Evo Morales, quien renunció luego de ser acusado de cometer fraude electoral. Dice que no recibe atención médica adecuada, no tiene derecho a visitas, ni siquiera de parte de sus abogados, y tampoco acceso a un debido proceso.

“Lamentablemente mi madre, en un encierro injusto, sufre violaciones a todos sus derechos. Se encuentra muy delicada de salud, muy débil, ella ha bajado mínimo unos 10 kilos. Para que se levante de su cama hay que sujetarla, hay que ayudarla. Está totalmente demacrada, demasiado delgada, sufre crisis hipertensiva y no puede recibir los tratamientos como corresponden, para que pueda estar en mejor situación”, declaró Ribera. “La vida de mi madre corre peligro, la están matando y nadie hace algo, por amor a Dios les pido nos escuchen y ayuden”, escribió en sus redes sociales.

Al margen, la excanciller Karen Longaric expresó su sospecha de que la salud de Añez está “pendiendo de un hilo”. En una entrevista con Fides advirtió que si pasa algo “irreversible” con la expresidenta, pesará en la conciencia de todo el gobierno de Luis Arce. Por su lado, Luis Guillén, uno de los abogados de Añez, refirió que la exmandataria tiembla cuando se pone de pie. 

Desde que se encuentra privada de libertad, Añez sufrió cuatro crisis hipertensivas, dice su hija, de ellas dos se dieron en marzo, una en abril y la más reciente en junio. Esta última crisis fue la que más preocupó a su familia, debido a que la expresidenta sintió adormecimiento en el rostro, dolor en el pecho y que sus brazos y dedos se entumecían.

Según Ribera, Añez recibe un tratamiento básico para controlar su hipertensión, a través de losartán, pero no accede a exámenes y análisis médicos que puedan dar cuenta del estado real en el que se encuentra su corazón, tal como los recomendaron sus médicos, después de las crisis hipertensivas que sufrió.

Tras la revisión médica de Añez del miércoles, el director de Régimen Penitenciario, Juan Carlos Limpias, confirmó que la expresidenta padece hipertensión arterial sistémica y síndrome ansioso depresivo. Esa atención médica fue calificada como un “show” por parte de Rivera, solamente para señalar que el Gobierno vela por la salud de la exmandataria. La abogada Norka Cuéllar, cuestionó que sólo se haya tratado de una “valoración clínica” y no del requerimiento de estudios y análisis que solicitó el Instituto de Investigaciones Forenses (IDIF) cuando revisó a la exmandataria el lunes.

Añez se encuentra privada de libertad de uno de los dos cuartos habilitados para la enfermería. Tiene una cama, un escritorio y una radio, cuenta Ribera, quien lamentó que en el campo de la salud no tenga acceso al diagnóstico médico de los galenos que dependen de Régimen Penitenciario. Incluso dijo que los salubristas no pueden dar fe de ninguna valoración sin el consentimiento de las autoridades superiores. Acotó que, en este caso, el personal médico trabaja “atemorizado”, debido a que tienen miedo de que “pase algo”, durante su turno, con la salud de la expresidenta.

“Régimen Penitenciario montó todo un show para decir que le sacaron a la clínica, cuando lo único que le hizo el cardiólogo fue una auscultación y medirle la presión que estaba alta, por lo que le duplicaron la medicación, le aumentaron la dosis y la devolvieron al penal”, sostuvo.

Ribera negó que su madre tenga un tratamiento “vip” en el penal, tal como señalaron desde el MAS, por permitir que le traigan comida sus familiares. Explicó que le llevan alimentos cocidos a vapor o a la plancha y con muy poca sal, para controlar la hipertensión arterial, debido a que, si consume la comida del penal “condimentada”, dañaría su salud.

Los hijos de Añez se turnan para ingresar diariamente al penal con el almuerzo no como “visita”, sino como “entrevista”, por lo que se les permite estar entre 15 a 30 minutos, aseguró Ribera, cuando su madre, añadió, necesita pasar más tiempo con ellos. Al margen de ello, la exmandataria no tiene contacto con otras personas, ni quiera con sus abogados para planificar su defensa, refirió.

Otro aspecto observado por Ribera es que su madre necesita nueva medición oftalmológica para su vista, una solicitud que ya fue hecha, pero que no tiene respuesta de las autoridades penitenciarias. A raíz de la falta de lentes adecuados, Añez dejó de leer y tejer, actividades que cumplía para distraerse en su encierro. Antes la exdignataria había tejido una bandera con la inscripción “libertad”, posavasos e individuales.

Respecto a la vulneración de sus derechos, Ribera denunció que Añez sufre una “tortura sicológica”, debido a que fue “secuestrada” y aislada del mundo exterior, ya que desde hace cuatro meses accedió a una radio y hace dos meses a un reloj, para saber qué hora es. Añadió que entiende que los exministros Álvaro Coimbra y Rodrigo Guzmán, a diferencia de su madre, tienen acceso a visitas.

En el campo de la justicia, Ribera reiteró que a su madre le correspondía un juicio de responsabilidades, pero que se le negó. Además, dio cuenta de una serie de rechazos en la justicia, desde permisos para acceder a una atención médica en un hospital hasta recursos judiciales. El abogado constitucionalista Williams Bascopé identificó al caso de Añez como un ejemplo del incumplimiento del debido proceso, precisamente porque fue sometida a un juicio ordinario, sin respetar su condición de exmandataria.

BD/JJC

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