Política | 09/08/2021

OEA ratifica su informe sobre las cuestionadas elecciones de 2019 y critica informe Salamanca

La Secretaría para el Fortalecimiento de la Democracia de la Secretaría General de la OEA reitera los hallazgos del Análisis de Integridad Electoral de 2019 en Bolivia.

Logos de la OEA y de la Universidad de Salamanca

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Brújula Digital|09|08|21|

La Organización de los Estados Americanos (OEA) ratificó sus hallazgos del Análisis de Integridad Electoral sobre las elecciones 2019, por lo que concluye que no es, ni será posible, garantizar la integridad sus resultados, y lamentó el informe de la Universidad de Salamanca, que a pesar de admitir graves hallazgos en materia informática e imperdonables errores,  concluye que “no supuso una manipulación de los datos".

“Habiendo analizado el documento, la Secretaría para el Fortalecimiento de la Democracia de la Secretaría General de la OEA se ve en la obligación de reiterar los hallazgos del Análisis de Integridad Electoral realizado por la Organización en 2019, y concluye que no es, ni será posible, garantizar la integridad de los datos y dar certeza sobre los resultados de esa elección”, señala el comunicado.

La OEA a pedido del Gobierno de Evo Morales; realizó una auditoría integral a las elecciones de octubre de 2019, y concluyó que: “hubo una manipulación dolosa e irregularidades graves que hacen imposible validar los resultados emitidos originalmente por las autoridades electorales bolivianas”.

“La OEA tomado conocimiento de un estudio encargado por la Fiscalía General de Bolivia que, según su introducción, analiza la integridad de los sistemas informáticos y de la información generada durante las elecciones del Estado Plurinacional de Bolivia mediante la verificación de la seguridad de la infraestructura y de los registros existentes de la fecha del proceso electoral”, cita el documento.

Sin embargo la Secretaría de la OEA observa que el estudio pericial, pagado por la Fiscalía, se refiere única y exclusivamente a temas informáticos con base a información desconocida y proporcionada por el ente estatal, y no abarca otros asuntos de suma importancia para comprender de manera integral los hechos de 2019.

“Asimismo, este ejercicio se llevó a cabo mucho tiempo después de la elección, fue realizado a distancia, por un equipo sin experiencia en materia electoral y contratado por la propia Fiscalía”, observa.

A pesar de las profundas deficiencias de este informe pericial, la Secretaría para el Fortalecimiento de la Democracia resalta que su principal acierto es que confirma los graves hallazgos en materia informática contenidos en el Análisis de Integridad Electoral llevado a cabo por la SG/OEA a petición del Gobierno de Bolivia en 2019.

Por ejemplo, ratifica la utilización de dos servidores ajenos a la estructura tecnológica establecida para el sistema de Transmisión de Resultados Electorales Preliminares (TREP).

También destaca que el informe Salamanca ratifica que el entorno permitía la manipulación de los datos, suplantación de actas o cualquier otra maniobra a través de usuarios con privilegios root2 en TREP y cómputo; la falta de registros que impiden determinar la actividad de los usuarios sobre las bases de datos; que se redirigió el tráfico hacia una red externa que estaba fuera de dominio, administración, control y monitoreo del Tribunal Supremo Electoral (TSE), y que hubo destrucción de la evidencia; y otros aspectos que comprometen la integridad de los sistemas utilizados en las elecciones de Bolivia en 2019.

“Además de coincidir en estos hallazgos graves y de haber señalado que el proceso electoral tuvo “errores imperdonables”,  Juan Manuel Corchado, responsable del estudio, declaró: Hemos hecho un informe a posteriori, años después del suceso (de 2019), centrado en los datos que la Fiscalía General de Bolivia nos ha transmitido (…) y se centra en el estudio de los datos y lo que pasó con ellos”, menciona el informe.

También Corchado admitió que la OEA va mucho más allá, porque hace un informe de todo el proceso electoral; donde la Universidad no se metió, pues se limitó a analizar las bases de datos.

“Otra gran diferencia entre el trabajo realizado por el equipo técnico de la OEA y el llevado adelante por los académicos contratados por la Fiscalía radica en el espectro de información analizado y las fuentes utilizadas”, señala el documento.

En el caso del equipo técnico de la OEA, la Secretaría señala tal como lo establecen los acuerdos firmados, se trabajó de manera independiente con la posibilidad de recopilar información y de entrevistar a una serie de actores relevantes (funcionarios del TSE y de Tribunales Electorales Departamentales, así como representantes de Ethical Hacking y Neotec).

“Lamentamos que los académicos que prepararon este último informe, a pesar de haber analizado y ratificado hallazgos fundamentales de la OEA, no se hayan reunido con el equipo de la organización ni con otros actores que hubieran podido compartir información de gran valía para la realización de un estudio verdaderamente objetivo y completo”, menciona la entidad.

Sin sustento técnico desde el punto de vista electoral y con base únicamente en la comparación de algunos campos de las bases de datos, el informe parcial presentado por académicos afirma que "se ha demostrado que esta gestión inadecuada de los sistemas informáticos no supuso una manipulación de los datos".

“Llama la atención que llegan a esta conclusión sin haber logrado identificar las imágenes de actas del TREP que se utilizaron también en el cómputo, desconociendo el grado de alteración que poseen, ignorando que no existe registro de los cambios o de quiénes los hicieron y que era posible eliminar evidencias, tal como ocurrió”, menciona el documento de la OEA.

En su informe, la OEA dio cuenta de la manipulación dolosa de los comicios electorales de octubre de 2019, por la que Evo Morales buscaba un cuarto mandato, se produjo en dos planos.

En el primer plano la auditoría detectó alteraciones de las actas y la falsificación de las firmas de jurados de mesas, y en segundo plano, se constató que en el procesamiento de los resultados se redireccionó el flujo de datos a dos servidores ocultos y no controlados por personal del Tribunal Supremo Electoral (TSE), lo que posibilitaba la manipulación de datos y la suplantación de actas.
La OEA estableció entonces que “las manipulaciones e irregularidades señaladas no permitieron tener certeza sobre el margen de victoria del candidato Evo Morales sobre el candidato Carlos Mesa. Por el contrario, “a partir de la abrumadora evidencia encontrada, lo que sí es posible afirmar es que ha habido una serie de operaciones dolosas encaminadas a alterar la voluntad expresada en las urnas”.

Uno de los hechos más llamativos para la OEA; fue la paralización intencional y arbitraria, sin fundamentos técnicos, del Sistema de Transmisión de Resultados Preliminares (TREP) al momento en que se llevaban 83.76% de las actas verificadas y divulgadas, de un 89.34% de actas que ya habían sido transmitidas y estaban en el sistema TREP.

“El TSE ocultó a la ciudadanía, de manera deliberada, un 5.58% de actas que ya se encontraban en el sistema TREP pero que no fueron publicadas”, aseguró entonces la OEA.

A pesar de lo limitado del análisis realizado por la Universidad de Salamanca, el informe reconoce que mediante la manipulación de la red se utilizaron dos servidores no registrados ni autorizados que tampoco eran controlados por la Dirección Nacional de Tecnologías de Información y Comunicación (DNTIC) del TSE ni la empresa auditora contratada por el TSE.

BD JMC



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