Política | 25/04/2021

Iglesia convoca a los jóvenes “salir del conformismo” y dejar “el molde de la mediocridad”

El arzobispo de Santa Cruz, monseñor Sergio Gualberti. Foto: Iglesia Viva

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Brújula Digital |25|04|21|

La Iglesia Católica convocó este domingo a los jóvenes a “salir del conformismo” y dejar “el molde de la mediocridad”, en la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones y una ocasión para pedir al Señor “que haga surgir santas vocaciones al sacerdocio y a la vida consagrada”.

Desde la catedral, el arzobispo de Santa Cruz, monseñor Sergio Gualberti invita a “salir del conformismo de una sociedad que nos quiere poner a todos en el molde la mediocridad y escuchar el llamado que Dios hace en nuestro corazón y mirar el ideal noble y alto de entregar la

En su mensaje de este año, dedicado a San José, el papa Francisco habla del “sueño de la vocación de San José”, del llamado que Dios le hace para que sea el padre legal de Jesús en la tierra. “Dios ve el corazón (cf. 1 Sam 16,7) y en San José reconoció un corazón de padre, capaz de dar y generar vida en lo cotidiano”.

Monseñor Gualberti sostuvo que “las vocaciones tienden a esto: a generar y regenerar la vida cada día. El Señor quiere formar corazones abiertos, capaces de grandes impulsos, generosos en la entrega, compasivos en el consuelo de la angustia y firmes en el fortalecimiento de la esperanza”.

Gualberti sostuvo que “para San José el servicio se convirtió en regla de vida cotidiana… con la disponibilidad de quien vive para servir. Se podría decir que era la mano tendida del Padre celestial hacia su Hijo en la tierra”.

El Papa dice: “Me gusta pensar entonces en san José, el custodio de Jesús y de la Iglesia, como custodio de las vocaciones… Este cuidado atento y solícito es el… testimonio de una vida tocada por el amor de Dios”.

Las primeras palabras que San José escuchó en sueños fueron una invitación a no tener miedo, porque Dios es fiel a sus promesas: “José, hijo de David, no temas’ (Mt 1,20). No temas: son las palabras que el Señor te dirige también a ti, querida hermana, y a ti, querido hermano, cuando, aun en medio de incertidumbres y vacilaciones, sientes que ya no puedes postergar el deseo de entregarle tu vida. Son las palabras que te repite cuando, allí donde te encuentres, quizás en medio de pruebas e incomprensiones, luchas cada día por cumplir su voluntad. Son las palabras que redescubres cuando, a lo largo del camino de la llamada, vuelves a tu primer amor”.



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