Política | 29/03/2021

Gobierno ve “injerencia” en voces externas a favor de Añez, no así en la que habla de “golpe de Estado”

La Cancillería calificó de injerencia a cuatro pronunciamientos de organismos, gobiernos o presidentes de la región que apoyan a la expresidenta Jeanine Añez. No emite el mismo calificativo sobre México, que respalda su teoría de que en 2019 hubo “golpe de Estado”

Sede de la Cancillería de Bolivia. Foto: ABI

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Brújula Digital |29|03|21|

El Gobierno, a través de la Cancillería, calificó de “injerencia” a las posturas de cuatro organismos internacionales y de gobiernos o autoridades de otros países que cuestionaron el proceso en contra de la expresidenta Jeanine Añez y exautoridades de esa administración, pero no dio el mismo calificativo a la posición de México, que respaldó su teoría de que hubo “golpe de Estado” en 2019.

El proceso judicial ordinario denominado “golpe de Estado” desató una serie de críticas a favor y en contra no sólo en el país, sino también en el ámbito nacional. Dentro este proceso, Añez y los exministros Álvaro Coimbra y Rodrigo Guzmán fueron detenidos preventivamente el 15 de marzo en diferentes penales de la ciudad de La Paz, acusados de cometer los delitos de terrorismo, sedición y conspiración por la renuncia de Evo Morales a la Presidencia en 2019, luego de que éste fue acusado de cometer un fraude electoral en las elecciones generales de octubre de ese año.

En territorio boliviano, los partidos de oposición, la Iglesia Católica y una serie de organizaciones y plataformas ciudadanas denunciaron la vulneración al debido proceso en esta causa y rechazaron la denuncia de “golpe de Estado” que es sustentada por el Gobierno del Movimiento Al Socialismo (MAS). En contrapartida, el oficialismo rechazó la violación de derechos constitucionales y aseguró que busca “justicia” por las muertes registradas en los conflictos poselectorales de 2019.

En el ámbito internacional, la Organización de los Estados Americanos (OEA) fue una de las primeras en cuestionar la detención de Añez y pedir su liberación. Incluso llegó a anunciar que llevará ante la Corte Penal Internacional (CPI) los “presuntos actos de lesa humanidad a partir del último gobierno del expresidente Evo Morales hasta la actualidad” con “el afán indeclinable de que la verdad, la justicia y la no repetición sean el signo que paute la convivencia del pueblo boliviano”.

Pero esa posición fue rechazada por la Cancillería, que afirmó que “el Estado Plurinacional de Bolivia defenderá su soberanía, la independencia de sus órganos y no caerá en provocaciones malintencionadas”, luego de calificar de “injerencia” la posición del organismo. Además, indicó que “hace un llamado a los Estados miembros a defender la Carta de la OEA que privilegia la no intervención, el respeto a la autodeterminación de los pueblos, el diálogo, la negociación y la búsqueda de consensos, por lo que es preciso reconducir las acciones de la Secretaría General a los principios fundacionales del organismo para la construcción de un multilateralismo que favorezca el bienestar y la dignidad de nuestros pueblos”.

Posteriormente, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, el 16 de marzo, criticó la detención de Áñez, por considerarla “irrazonable” que se la acuse de haber perpetrado un “golpe de Estado”. “Nos preocupan los hechos que se están produciendo en Bolivia, nuestro vecino y hermano país, donde se encuentra detenida la expresidenta Jeanine Áñez y otras autoridades, por participación en un golpe de Estado, lo que parece totalmente irrazonable… Esperamos que Bolivia mantenga el estado de derecho y la convivencia democrática en plena vigencia”, dijo.

Este pronunciamiento le significó a Brasil la convocatoria de la Cancillería de Bolivia a su representante diplomático para "no intervenir" en sus asuntos internos. El Ministerio de Relaciones Exteriores informó que le recordó los acuerdos internacionales que llaman a los países a no intervenir en materias de "jurisdicción interna" de otras naciones.

Hace una semana, el presidente de Chile, Sebastián Piñera, también se refirió al proceso contra Añez. “No puede ser que la justicia esté subordinada al gobierno de turno. En una verdadera democracia hay separación e independencia de poderes… Por esa razón, que cuando hay un gobierno el presidente que pudo haber estado preso es Evo Morales y ahora que hay otro gobierno la expresidenta que está presa es Áñez, me parece que es una muestra de que la independencia y autonomía de poderes no está funcionando”, afirmó Piñera.

Esa postura también fue cuestionada por la Cancillería de Bolivia, que reivindicó el 25 de marzo el principio de no injerencia en asuntos internos y la libre determinación de los pueblos frente a los cuestionamientos de Piñera.“El Ministerio de Relaciones Exteriores del Estado Plurinacional de Bolivia expresa su extrañeza y desconcierto por las declaraciones vertidas por el Presidente de la hermana República de Chile, Sebastián Piñera, respecto al equilibrio de poderes en Bolivia”, señaló la Cancillería a través de un comunicado.

“No sé por qué ha habido ese ejercicio de intromisión en un tema de soberanía del Estado”, advirtió el ministro de Justicia, Iván Lima, respecto a la declaración de Piñera.

El sábado, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, dio a conocer un pronunciamiento de país frente a la detención de Añez. “Estados Unidos está profundamente preocupado por los crecientes signos de comportamiento antidemocrático y la politización del sistema legal en Bolivia a la luz del reciente arresto y encarcelamiento preventivo de exfuncionarios del gobierno interino… Hacemos un llamado al gobierno boliviano para que deje en claro su apoyo a la paz, la democracia y la reconciliación nacional, incluso liberando a los exfuncionarios detenidos en espera de una investigación independiente y transparente”, señaló.

Por esta posición, la Cancillería expresó su “preocupación”, debido a que este tipo de pronunciamientos “son una desafortunada muestra de injerencia en asuntos internos, no contribuyen a desarrollar una relación de mutuo respeto entre nuestros Estados”

Si bien la Cancillería calificó de “injerencia” a estas voces contrarias a la teoría de “golpe de Estado”, no emitió ninguna observación a la posición del presidente de México, Manuel López Obrador, quien aseguró que hubo un “golpe” en Bolivia que interrumpió los avances que había logrado la administración del expresidente Evo MOrales.

“Fue muy importante el proceso de antes del golpe, incluso eso fue lo que llevó a esta grave violación que significó el que una minoría se impusiera por la fuerza. Recuerdo en esos días lo que pintaban en las casas de los dirigentes, de los servidores públicos, las oficinas, consignas racistas, una vergüenza, pero todo eso fue como una mala noche, como una pesadilla, fue pasajero y el pueblo de Bolivia resolvió por la vía democrática”, sostuvo el Mandatario mexicano.

BD/JJC

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