Política | 28/03/2021

Después de estar cerrado años, aeropuerto de Chimoré realizó 36 vuelos en un día y en secreto

El 10 de marzo, la terminal internacional fue dirigida por cuatro personas. No había Aduana, Felcc, Migración, Interpol. Tampoco la DGAC, que controla el cielo aéreo y el tránsito de aviones. El ministro de Obras Públicas menos y hasta ahora. El director de Aasana ordenó la “reapertura” pero no avisó a nadie.

El aeropuerto internacional de Chimoré. Foto: RRSS

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Brújula Digital |29|03|21|

El aeropuerto internacional de Chimoré fue inaugurado en octubre de 2015. Fue construido por el gobierno de Evo Morales con una inversión de 34,5 millones de dólares; entonces no tenía agua ni electricidad. Nunca operó de manera comercial pese a su categoría. Al menos fue testigo de dos visitas oficiales: recibió al expresidente de Uruguay José Mujica en 2016 y al secretario general de la OEA, Luis Almagro, en 2019. Aunque de ahí huiría Evo Morales a México después de renunciar en noviembre del mismo año. Pero el 10 de marzo de 2021 se realizaron 36 vuelos, el doble de los que se efectúan en la de El Alto en un día normal y en secreto.

Parecía la reapertura de la terminal área costosa y que se destroza por su falta de uso. No sabía la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), que controla los aeropuertos y autoriza vuelos de las empresas áreas, la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc), tampoco el ministro de Obras Públicas, Édgar Montaño.

Ese día, cuatro trabajadores de Aasana hicieron de todo. El controlador de la torre que hacía tres funciones en una; otro operador que se encargaba de la seguridad del aeropuerto y controla los planes de vuelo, “y dos bomberos que no pudieron hacer nada porque el vehículo para apagar incendios está fuera de servicio hace tiempo”, según reporte de El Deber.

El secretario de conflictos y del comité de huelga de Aasana, Néstor Villarroel, denunció que el 10 de marzo, “de la noche a la mañana”, el director general de Aasana, Ruddy Balderrama, abrió el aeropuerto de Chimoré, sin informar ni al ministro Montaño ni al viceministro de Transportes, “ni a nuestra directora regional”.

“No había autorización de la DGAC. Si se trataba de una reapertura la terminal debió pasar al menos por una inspección, para confirmar la operatividad. Nada de eso ocurrió”, dijo Villarroel y aseguró que fue completamente irregular.

Los funcionarios de Aasana no informaron qué hicieron los aviones y lo justificaron con que ese control corresponde a la Felcc, y que ese día no había en la terminal ni un solo efectivo uniformado.

El ministro Montaño afirmó que no conocía de la reapertura del aeropuerto y envió una nota el 11 de marzo a  Balderrama, exigiéndole información detallada de los 36 vuelos. Exigió con carácter de urgencia, “en el día”, un detalle de las aeronaves que participaron en un acto que Balderrama denominó “Reactivación del aeropuerto internacional de Chimoré” y si contaban con plan de vuelo, si estaba la Felcc.

También requirió información de las rutas de vuelo de las naves participantes para no afectar  la seguridad en la entrada y en la salida. También si es que el aeropuerto contaba con el servicio de extintores de incendios CEI, cuántos carros bomberos disponía. Desde cuándo se iniciaron los contactos y por qué no se cumplió con el convenio firmado con trabajadores de Aasana el 29 de enero de 2021.

Montaño informó en días pasados que “efectivamente, nosotros cuidamos la aeronavegación en toda Bolivia y nadie puede poner en riesgo a los pasajeros y, obviamente, a los operadores de los aeropuertos”. Afirmó que la instrucción fue directa al director de Aasana para que elevara el informe “en el día” pero aquello no había ocurrido.

Dos expertos coincidieron en que hubo irregularidades el 10 de marzo, las que afectaron protocolos y reglamentos internacionales. El militar retirado y abogado constitucionalista Jorge Santistevan sostuvo que un acto de esta naturaleza “es irregular y anormal, porque se han vulnerado una serie de procedimientos, de protocolos y reglamentos establecidos por instituciones de la aeronavegación mundial”.

Explicó que a escala internacional la OACI es una entidad que regula todo el procedimiento aéreo internacional y en el país la DGAC. Más abajo, en el orden jerárquico, dijo, está Aasana, que forma parte de esa cadena de administración aérea y aeroportuaria. Para Santistevan, en ningún caso Aasana tiene la potestad de llevar adelante una acción de este tipo sin que sepa el ministro del área.

El exejecutivo de BoA, Estanislao Fínfera, en declaraciones a El Deber, puso en duda si el aeropuerto de Chimoré tiene realmente el rango de aeropuerto internacional, “primero porque no tiene el flujo de pasajeros para hacerlo”. Segundo, debe tener Aduana, Interpol, Migración y todos los elementos que uno conoce, sin necesariamente ser un perito en aeronáutica, “pero si uno llega a un aeropuerto internacional debe cumplir con condiciones e infraestructura que esta terminal definitivamente nunca tuvo”.



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