Antes de ser vocero, Richter calificó de legal al gobierno de Jeanine y su revista describió a Evo como “un monstruo de varias cabezas”

Cabildeo Digital |26|03|21|

Amalia Pando

El vocero de la Presidencia Jorge Richter aplaude y justifica la ilegal detención de la expresidente Jeanine Añez y dos exministros con el relato del golpe de Estado. Sin embargo, en diciembre de 2019 calificó al gobierno de transición de “legal y constitucional.“

En una entrevista, citada por Brújula Digital, del periodista Héctor Uriarte realizada en la red televisiva Bolivisión, Richter decía: “Hay varias lecturas, pero desde el ámbito de la norma, sí ha sido legal su designación (la de Jeanine Añez), esta se basa en el principio de la sucesión constitucional y el principio de continuidad, donde los actos del Ejecutivo no pueden tener pausas y el Estado tiene que seguir funcionando” 

Richter estaba en lo cierto

Como bien se sabe, la sucesión constitucional, obligatoria de acuerdo a la Constitución, se produjo por la huida del país del presidente de entonces, Evo Morales. 

Si solo él, y nada más que él, hubiera abandonado su cargo, la sucesión hubiera recaído en Álvaro García Linera, pero también renunció y también huyó. Entonces, le correspondía asumir automáticamente la presidencia del Ejecutivo a la presidente del Senado, pero también renunció al igual que el primer secretario del Senado y el presidente de la Cámara de Diputados. 

Frente a la estampida colectiva de la cúpula gobernante del MAS, la sucesión constitucional recayó legal y de acuerdo a la Constitución, en la Segunda Secretaria del Senado, Jeanine Añez, tal como acertadamente explicó Jorge Richter en diciembre de 2019.

No había forma de evitar esta sucesión que es automática, no requiere de la aprobación de la Asamblea Legislativa ni de nadie, ni de un acto protocolar de posesión o de juramento alguno, formalidades que hoy se alegan para acusar a Jeanine de golpista. Es cuestión de leer la Constitución y el fallo que al respecto emitió el Tribunal Constitucional. 

No a la sucesión, sí a la guerra civil

Es evidente, que Evo Morales se proponía llevar a Bolivia al caos absoluto que podía derivar en una sangrienta guerra civil o en un golpe de Estado militar. 

En ambos casos, tras el caos y los ríos de sangre que pensaba iban a correr, creía que podía regresar al país como un Mesías salvador. En consecuencia, ni bien llegó a México declaró que pronto estaría de vuelta en Bolivia. 

En Venezuela, en 2002, se produjo un levantamiento militar acompañado de una revuelta popular que destituyó por tres días a Hugo Chávez quien recuperó el poder con un contragolpe y otra movilización popular. 

Con este plan en la cabeza, Evo Morales abandonó Bolivia, dejando en manos de su confundido partido, bolsas llenas de dinero, armamento y dos instrucciones: la renuncia colectiva o estampida de ministros y parlamentarios del MAS y la asonada terrorista en las calles. Ambas se cumplieron. Pero el tiro le salió por la culata.

EL TIRO POR LA CULATA

El vacío de poder duró solo dos días y otros 10 días para que  las organizaciones sociales del MAS firmaran la pacificación del país. Definitivamente, a esto se llama “el tiro por la culata”. 

En vez de reconocer su error, y apuntar como responsables de su derrota a los que le recomendaron el fraude para prorrogarse de modo inconstitucional, huir y fraguar una guerra civil, Evo Morales y su actual gobierno, quieren hacérselas pagar con Jeanine y los militares y policías que impidieron esa guerra civil, evocada a gritos por sus seguidores, con la escalofriante consigna “ahora sí, guerra civil” 

MUERTOS PARA ENCENDER LA CHISPA

Sólo en este contexto se entiende la provocación que significó el intento de explotar la planta de Senkata, en El Alto, y de sobrepasar el bloqueo policial y militar en Sacaba, con miras a  cercar la ciudad de Cochabamba.

Demás está recordar que hay una grabación de Evo Morales dando esta instrucción desde México. 

En ambos casos, Evo Morales, necesitaba muertos para expandir a nivel nacional el levantamiento contra el inesperado gobierno transitorio, para lo que puso en acción a los entrenados francotiradores del MAS contra su propia gente, como se establece en varios vídeos y los posteriores estudios de balística. 

En todo caso, a pesar de la veintena de muertos que la orden provocadora de Evo Morales causó en Senkata y Sacaba, el 23 de noviembre todas las organizaciones sociales del MAS estuvieron en el Palacio de Gobierno sentados junto a Jeanine Añez buscando la pacificación del país. El plan Mesías se había terminado. 

UN MONSTRUO DE VARIAS CABEZAS

 Articulo sobre Evo | Foto: de la Revista de Richter

¿Cómo se puede definir a un líder que por la angurria de poder es capaz de ensangrentar sin miramientos a su país? 

Jorge Richter, el actual vocero de la Presidencia, cuando años atrás dirigía la revista “Tiempo de Opinión” publicó una nota que describió a Evo Morales como “un monstruo de varias cabezas”. 

El articulo en cuestión comienza diciendo: “Hace demasiados años, sin ningún resultado, se alertó a los gobiernos de turno sobre el peligro de este monstruo de varias cabezas llamado Evo Morales Aima.” 

Y concluye: “Nadie ha tenido el valor de señalarlo por temor a ser asesinado. Los tibios intentos de iniciar procesos de investigación de fortunas han sido detenidos.” 

El texto finaliza con un “Dios salve a Bolivia”. 

Este artículo no lleva firma por lo que es responsabilidad del director de la revista, el actual vocero Jorge Richter. Queda el misterio sobre quién lo escribió, ¿será el propio Jorge Richter? 

Para salir de dudas, el periodista Carlos Valverde le envió un tuit que dice:

“No sea que alguien “vaya a sacar de contexto” mi pregunta, quisiéramos saber si usted escribió este artículo, en la revista que dirigió “

En efecto, esperamos una respuesta del señor Richter.