Política | 29/10/2020

Arce al gobierno, Evo al poder

Atrás quedó el discurso de autonomía que Arce quiso mostrar frente a Morales, el jefe que lo eligió como candidato, y que, por lo visto, no está dispuesto a jugar un papel accesorio durante la futura gestión, por tanto seguirá manejando los hilos del poder allá donde se encuentre. (Zulema Alanes)

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Brújula Digital |29|10|20|

Zulema Alanes B., tomado de Cabildeo Digital

Cuando faltan pocos días para su posesión, Luis Arce y David Choquehuanca han dado las primeras señales de que encabezarán un gobierno a la sombra de Evo Morales.

Entre otras cosas, Arce se ha mostrado complacido con la anulación de los dos tercios (2/3) en la Asamblea Legislativa. “Mala señal”, dijeron a Cabildeo Digital varios analistas. Juan Del Granado calificó esa medida como la “continuidad del evismo, del populismo autoritario y del hegemonismo”.

Atrás quedó el discurso de autonomía que Arce quiso mostrar frente a Morales, el jefe que lo eligió como candidato, y que, por lo visto, no está dispuesto a jugar un papel accesorio durante la futura gestión, por tanto seguirá manejando los hilos del poder allá donde se encuentre.

El exalcalde y actual analista político dijo que Arce empieza mal su gobierno, “con cero autocrítica masista”, pero también decidido a mantener la “degradación del Parlamento y de la independencia de poderes”.

Tras recibir su credencial como mandatario electo de manos del TSE, Arce defendió la anulación de los dos tercios y aseguró que “no debe haber ninguna preocupación por parte de la población”.

Pero en criterio de Del Granado, esa es una decisión que no sólo pretende “la eliminación de la minoría” en la Asamblea Legislativa, sino que equivale al “desconocimiento del voto popular”.

“¿Arce y Choquehuanca, más y peor de lo mismo?”, cuestionó.

Acosado y a la sombra

“Arce es una ficha de Morales” dijo la analista Erika Brockmann y “por lo visto ha decidido jugar todas sus cartas bajo la lógica de quien en el momento de anunciarlo como candidato lo presentó como el hombre capaz de garantizar la economía nacional, pero no como un líder capaz de reemplazarlo”.

En su opinión “Evo es un animal político, no va a poder renunciar al ejercicio del poder directo y, por ello, ha decidido empoderarse en las organizaciones sociales y, especialmente, en el control del eje cocalero”.

Según la analista, no es casual que Morales haya anunciado que se replegará a sus bases cocaleras: “ese es el terreno que domina y desde allá intentará, primero, resolver la pulseta con Choquehuanca y, luego, dejar en claro que tiene la llave del poder, aquel que es el verdadero sustento del gobierno de Arce. Presión social y poder fáctico”.

El exparlamentario Armando De la Parra coincidió que la decisión de Morales de “parapetarse en los cocaleros” es la más clara señal de que “no va a dejar el poder pacíficamente”. Expresó su sospecha de que “en realidad, va a planificar la resistencia ante cualquier signo de ‘traición’ de Arce, no al proyecto político, sino al liderato de Evo, y para eso incluso tendrá la plata el narcotráfico”.

En opinión de los analistas, aun cuando el MAS ha exigido que Morales sea incluido en la lista oficial de invitados a la asunción del mando, no es casual que el exmandatario haya decidido no estar presente en la posesión de Arce y Choquehuanca e ingresar al país el 9 de noviembre, por Villazón, para luego dirigirse acompañado por una caravana hasta el trópico de Cochabamba.

Su plan es llegar a la zona cocalera el día 11, exactamente a un año del día que salió del país tras su renuncia al mando del país.

Según De La Parra, “Evo quiere un retorno triunfal, que no esté opacado por quien él encumbró a la presidencia”; Brockmann añadió que “no es sólo cuestión de ego, sino afirmación de un liderato que espera no sea afectado ni un milímetro”.

Hasta ahora todo el aparato del MAS se puso al servicio de Morales. Reactivó sus influencias en la justicia para dejar sin efecto una orden de aprehensión en su contra dentro el denominado caso terrorismo y en el que estaba señalado como el responsable de ordenar y coordinar el cerco a las ciudades hasta dejarlas sin alimento durante los conflictos postelectorales de 2019. 

Aunque la historia no se repite...

Según De La Parra, la dinámica política en el país es tan imprevisible que hace imposible una prospección perfecta de lo que podría ocurrir en el futuro próximo, sin embargo, dijo que siempre existe la tentación del retorno al pasado.

En el caso de Evo Morales, “no sería descabellado pensar que en su cabeza esté la posibilidad de reeditar el caso de Héctor José Cámpora”, el presidente argentino que luego de ganar las elecciones en 1973 renunció a los 49 días para permitir nuevas elecciones, posibilitando el retorno al poder de Juan Domingo Perón.

Cuando Cámpora se postuló como candidato del populismo peronista del que Morales se ha estado alimentado durante su refugio en Argentina, la consigna central era “Cámpora al gobierno, Perón al poder”. Hoy es: “Arce al gobierno, Evo al poder”.

Cualquier parecido con la realidad boliviana puede no ser casualidad. Arce fue elegido por Morales como candidato a presidente; logrado el objetivo, será el tiempo de que el expresidente pase facturas.

“Creo que la tendencia es Evo en el poder y Arce en el gobierno”, subrayó De La Parra, y aseguró que “aunque Arce no parece muy contento con ese rol, puede convertirse en el Cámpora boliviano”.

El exparlamentario subrayó que “Arce terminará sacrificado por Evo, pues no será fácil que mantenga el milagro económico que se le atribuye y tendrá que cargar con los fracasos y crisis que le imponga la actual coyuntura”.

En criterio De La Parra, en este periodo de crisis “Arce corre el riesgo de desprestigiarse, mientras Evo seguirá abonando su liderato en los éxitos de los años de bonanza”. 

Brockmann coincidió en que “la economía puede convertirse en el talón de Aquiles de Arce, es decir que la economía lo podría cobrar una alta factura política”.

Y todo hace ver que no les falta razón. En su primer encuentro postelectoral con representantes del Pacto de Unidad, Arce y Choquehuanca aseguraron que las arcas públicas están vacías, que no hay dinero ni para pagar aguinaldos y que analizan reducir los ministerios para encarar el periodo de crisis.

Los pronósticos no son muy positivos y según los analistas Evo no se arriesgará a correr con todo el impacto de la crisis y esa puede ser una de las razones que expliquen su decisión de replegarse a sus bases, desde donde siempre puede jugar el papel de opositor a las medidas antipopulares de su propio gobierno.

El Chapare, además, es el escenario ideal para que Morales ejerza el poder mientras Arce está a cargo del gobierno, “ya que ahí confluirán todas las tensiones internas del MAS, se repartirán los espacios de poder, se ordenarán los cambios cuando correspondan y se delinearán las estrategias para neutralizar a la oposición” destacó Brockmann.

Por su parte, De La Parra puntualizó que en tanto arranque el gobierno, “Evo Morales estará haciendo dibujo libre de cara a las elecciones subnacionales, de gobernaciones y municipios, que ya están a la vuelta de la esquina”.

BD/BD



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