Iglesia señala que se “obligó” a la gente para bloqueo de carreteras

Brújula Digital |21|08|20|

Los obispos de Bolivia señalan que se “obligó” a la gente para el bloqueo de carreteras, movilización que se prolongó por 12 días, que dejó a hospitales sin oxígeno medicinal y por cuya causa al menos 40 personas fallecieron.

“Para movilizar a los sectores descontentos vulnerando su libertad, obligándolos a bloquear caminos e impedir el paso de insumos básicos, incluso para los hospitales, poniendo en peligro la vida de conciudadanos bolivianos”, señala el documento de conclusiones de los obispos de Bolivia, reunidos en la Asamblea Extraordinaria de la Conferencia Episcopal Boliviana (CEB), que por primera vez se reunieron de manera virtual, entre los días 19 y 21 de agosto.

El documento indica que en los días de la movilización, protagonizada por organizaciones sociales del Movimiento al Socialismo (MAS), se observó campaña electoral. “Vemos con mucha preocupación cómo los intereses políticos han obstaculizado el afrontar esta situación como un frente común, cuando se aprovechaba la emergencia sanitaria y el avance de la enfermedad para hacer campaña electoral”.

El documento pide “tener en cuenta el bien común y el respeto a la libertad”, pues, advierte que “no se puede lograr nada, si no anteponemos el bien común” y anima a que “busquemos juntos caminos para pacificar nuestro país, basados en la verdad, la justicia, la libertad y el amor. Esto requiere de una auténtica conversión personal, social y ecológica”.

10% para salud sin “ideologías y partidismos”

Los obispos respaldaron el presupuesto del 10% para salud y una norma “por encima de ideologías y partidismos”, porque “es una prioridad nacional”, después que un proyecto de ley al respecto no merece la atención del Legislativo, controlado por el MAS, desde enero 2020.

“Por encima de ideologías y partidismos, debemos lograr un sistema de salud con capacidad para cuidar a todos los bolivianos y al servicio de la vida. Esto debe ser una prioridad nacional”, señala el documento.

Indica que “es necesario un sistema de salud público para todos, sin excepción, en el que los más pobres puedan acceder a unos servicios de salud dignos, aumentando el presupuesto en salud al 10%” porque “la salud no puede ser un negocio o el patrimonio de los que lo pueden pagar ni ser utilizada con fines partidistas, sino un bien social”.

El padre Mateo Bautista solicitó, a través de un carta abierta, publicada este 16 de agosto, a diputados y senadores de la Asamblea Legislativa, controlada por el MAS, que aprueben el proyecto de Ley del 10% para la salud, que está paralizado desde hace siete meses en la Comisión de Educación y Salud de la Cámara de Diputados.

En su carta, el padre Mateo sostuvo que el proyecto de ley fue presentado al Legislativo a principios de este año, inicialmente fue observada y los legisladores solicitaron informes técnicos a los ministerios de Salud y de Economía. Las observaciones fueron subsanadas y la comisión conformó mesas técnicas para trabajar el proyecto y pese a estar de acuerdo con la asignación de recursos económicos de manera progresiva, a la fecha no tiene avances.

Sobre la educación, que este año fue clausurada, el documento señala que “necesitamos empeñarnos en una Bolivia con un sistema educativo que priorice la búsqueda de la verdad de nuestros niños y jóvenes, la formación de una conciencia moral honesta, que les capacite para ser profesionales con excelencia”. Anuncia que “seguiremos trabajando, desde los colegios de convenio y privados de la Iglesia, en una educación que busque calidad y contribuya al futuro de las jóvenes generaciones y a la construcción de un país en progreso y justicia”.

Los obispos piden a la población solidaridad en momentos en que se enfrenta el coronavirus. “Nos enfrentamos a tiempos difíciles en el mundo entero, en Latinoamérica y en Bolivia. Este no es el tiempo del egoísmo, porque el desafío que enfrentamos nos debe unir a todos y no hacer acepción de personas. Vemos con dolor y preocupación que los que han sufrido las graves consecuencias económicas de la pandemia han sido los más débiles, vulnerables y menos protegidos”.