Política | 01/07/2020

Analistas advierten que el gobierno y el MAS usan la Asamblea y la Justicia para atacarse

Teresa Zegada y Marcelo Arequipa critican la falta de institucionalidad en los órganos del Estado. Advierten que solo el Tribunal Supremo Electoral puede dar fin a la crisis y polarización política que hay en el país.

Foto: ABI

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Brújula Digital |1|07|20

En medio de un enrarecido ambiente preelectoral, el gobierno y el Movimiento Al Socialismo (MAS) están intentando usar la Asamblea Legislativa y acusaciones judiciales para acatarse uno al otro, una acción que xx a la campaña electoral, según advirtieron analistas.

En el caso del MAS, gracias a su mayoría en la Asamblea logró fijar la fecha de elecciones generales para el 6 de septiembre de este año, aspecto que fue rechazado desde la administración de la presidenta Jeanine Añez.

También evitó la aprobación de un crédito de 327 millones de dólares del Fondo Monetario Internacional (FMI) destinada a la lucha contra la expansión del coronavirus que azota a Bolivia, con el argumento de que falta documentación de respaldo, lo que evitó que el Ejecutivo utilice esos recursos. Además, entre otras acciones, no aprobó el ascenso a generales de las Fuerzas Armadas, pese a las críticas del Ministerio de Defensa.

Por otro lado, el gobierno, en el ámbito de la Justicia, impulsa procesos judiciales como el presentado por la Gestora Pública contra del candidato presidencial del MAS, Luis Arce, por la compra de software y bienes inmuebles para esta entidad con un presunto daño económico al Estado.

Además, presentó otro litigio por la adquisición presuntamente irregular de 170 respiradores españoles, por un presunto sobreprecio, en el que se pidió la ampliación de la investigación en contra del expresidente Evo Morales, los exministros Carlos Romero y Gabriela Montaño y del dirigente Andrónico Rodríguez.

Lo que busca el gobierno, aparentemente, es intentar ser la fuerza polarizante de la campaña con respecto al MAS, que hoy es el partido con más intención de votos, y de esa manera restarle presencia a Comunidad Ciudadana, que tiene a Carlos Mesa como candidato.

En criterio de la analista María Teresa Zegada, Bolivia se encuentra en medio de una polarización política en la que el MAS recupera fuerza; los candidatos Añez (Juntos), Jorge Quiroga (Libre21) y Fernando Camacho (Creemos) sostienen una posición antimasista; y Carlos Mesa que tiene un “discurso de centro político”.

Esta polarización, añade la analista, hace que el gobierno y el MAS utilicen los recursos que tienen en mano “para esta suerte de batalla”.

“Se supone que, en un sistema democrático, el Legislativo y la Justicia están aisladas o, por lo menos, transcienden de alguna manera la presión política de sus protagonistas, deberían estar en un cumplimiento institucional de la norma y actuar como instituciones para velar por el bien común antes de actuar como instrumentos de las posiciones políticas que están confrontadas en el país”, dijo.

Marcelo Arequipa, politólogo y docente de la Universidad Católica Boliviana, sostiene que no hay duda del atrincheramiento del gobierno y del MAS en la Justicia y la Asamblea, respectivamente, lo que es negativo.

“En Bolivia estamos viviendo en mínimos institucionales y el único órgano institucional que puede llevar a delante esta crisis es el órgano electoral; ni el Ejecutivo ni el Legislativo, hoy día actúan en función del interés general propiamente hablando, sino más bien actúan en función de intereses individuales y para hablar a su propio electorado, no se amplían”.

Zegada coindice en que es el TSE el encargado de dar una salida a la polarización política que hay en el país a través de la administración del proceso electoral transparente. “De los cuatro órganos del Estado, el electoral es el único que goza de legitimidad”, pues el Legislativo y Ejecutivo se prorrogan y el Judicial no termina de salir de una crisis, advirtió.

Con una mirada más amplia del proceso electoral, el politólogo Diego Ayo califica al enfrentamiento entre el gobierno y al MAS como una “champa guerra”, y que este aspecto es solo una parte del proceso preelectoral. Advierte que en este escenario no se puede dejar de lado lo que pueda hacer Carlos Mesa, el otro candidato relevante de la campaña.

En la actual coyuntura, Ayo observa un “declive de la llamada ‘revolución de las pititas’ de noviembre. Esto genera desazón”. También señala que hay un vacío de poder, ya que el gobierno es débil, incapaz de generar alianzas y de dar pautas de políticas para los siguientes cinco años.

Sostiene que Mesa critica la corrupción y muestra el país que debemos ser, frente a un MAS que critica y crece de manera “implacable”. “Estamos viviendo una situación de anomia política”.

 Los tres analistas coinciden en sostener que aún se ve una ausencia del debate de propuestas entre los candidatos presidenciales.

BD/JJC



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