Muchas veces nos referimos a la “supremacía blanca”; es un término acuñado a principios del siglo XIX y fue amplificado en una película llamada “El Nacimiento de una nación”. Hay muchas interpretaciones sobre esta película y la primera es que se trata de una apología de lo que hacía el Ku Klux Klan.
La película está relacionada a la gente que vivió en una etapa de supremacía blanca y retrató a los negros como personas que viven para el desenfreno sexual; cuando están por violar a una mujer blanca aparecen los blancos y la salvan. Muchos dicen que el director hacía una apología del delito y otros dicen que era sólo una ironía hacia el Klan.
No sé por qué circunstancia, tal vez por impulso de organizaciones de derechos humanos, se filmó otra película, titulada “Intolerancia”. Narra cuatro historias que reflejan todo lo contrario al “Nacimiento de una nación”. La idea de la “supremacía blanca” fue utilizada muchas veces. Hitler usó a esos argumentos y actualmente el presidente estadounidense Donald Trump la reivindica y muchos lo apoyan.
Cuando el presidente Evo Morales dice que es lamentable que unos supuestos “supremacistas blancos” estén manejando este discurso, le respondo que tiene razón. Pero tiene una contraparte que maneja el propio Morales cuando dice que los indígenas son la “reserva moral” de la humanidad.
No hay nada de eso, no hay “supremacía blanca” y tampoco nadie es “reserva moral” de nada. Hay personas excepcionales y de bien entre blancos, indígenas, negros, mestizos. Tampoco nos cuenten la historia del blanco malo y el indígena bueno.
Mario Espinoza O. es periodista
Tomado del programa De Nueve a 12, radio compañera, 8|1|19
@brjula.digital.bo