08/09/2018

Apoyo pleno a Los Kjarkas

Tras medio siglo de creatividad musical, y con ella fortaleciendo nuestras identidades andinas, campesinas e indias, en los últimos años de su trayectoria el conjunto Los Kjarkas no solo ha afirmado la identidad andina, sino también de la Amazonia, del oriente y del Chaco; es decir, de toda Bolivia. Su trascendencia internacional es absolutamente clara; en países como Ecuador, Perú o Argentina se cantan y se bailan sus canciones.

Recuerdo que cuando comenzó a surgir en los 70 el nombre de Los Kjarkas (temblor en quechua, y peña en aymara), no era común en el ámbito musical. Sus canciones en quechua cuestionaban la corriente de la época. Además, comenzaron a usar la wankara en vez del bombo procedente del norte argentino, un instrumento común en nuestro medio. También inventaron el ronroco, o charango bajo, en fin. Hay varias tesis académicas sobre la agrupación fundada por los hermanos Hermosa, oriundos de Capinota, Cochabamba. A los interesados les aconsejo leer estos trabajos, y sobre todo a los que solo saben decir y pensar en No.

En los últimos días, Los Kjarkas fueron objeto de varias críticas en las redes sociales y por parte de activistas de las plataformas ciudadanas, porque durante un evento organizado en Ivirgarzama (Cochabamba), Gonzalo Hermosa halagó al Primer Mandatario con las siguientes palabras: “Dios nos regaló y nos mandó un dirigente, nos mandó un presidente, y él se llama Evo Morales. Gracias Evo por devolvernos la dignidad”. Debido a esta afirmación, los activistas políticos advirtieron que harán una campaña en contra de los artistas. ¿Hacer campaña? ¿Acaso no es otra forma de querer imponer el No del 21F? Aunque digan ser demócratas.

Gonzalo Hermosa, uno de los fundadores de la agrupación, respondió a las críticas señalando: “Están en este momento molestando, son unos vagos que se dedican a hacer su ataque cibernético a Los Kjarkas, a nosotros no nos interesa, nosotros no vivimos del Gobierno ni de estos señores”. ¿Acaso es un delito definirse de quiénes son? Eso es lo que hizo Gonzalo Hermosa, y creo que es absolutamente consecuente con su compromiso profundo con las luchas de nuestro pueblo desde hace más de 50 años.

Recuerdo que durante la dictadura de García Meza, Arce Gómez y compañía (1980), época en la que realmente todo era prohibido, varias composiciones de Los Kjarkas y en particular de Gonzalo circulaban en espacios sociales de la resistencia. Hay que recordar también que, con el seudónimo de Andrés Tierra Sentimiento, el director Hermosa grabó uno de sus primeros discos prácticamente en vivo, sin grandes refinamientos sonoros, cantándole a la campesina y al hermano minero particularmente, denunciando las injusticias en las que vivían.

Cito la declamación de Gonzalo de la pista 7 del disco aludido, dedicado al indio minero: “Bronce de mi raza el color / charango tengo por alma / sangre de mi padre el sol / mi madre la Pachamama / fuerte, fuerte mi canto indio y con orgullo he de entonar / el poncho que llevo puesto ningún carajo lo ha de pisar / si de Bolivia me alejan / Pachamama te prometo que en las faldas de tus cerros / volverá, volverá este indio a cantar”. Y cantando agrega: “Hermano minero pulmón de metal, tu vida la quemas junto al mineral… Águila del norte rapaz pronto caerás, con mi pueblo enfurecido no podrá jamás (…)”; y Los Kjarkas seguirán cantando fuerte, el canto indio junto a su pueblo. Kjarkas sutini, jupanakaxa quchala jilatanakawa, wali suma jayllt’asipxi, wali k’uchirt’ayapxistu chuymanaka. Jupanakaruxa q’aranakawa, ch’uxjaña jaqinakaxa wali phiñasipxi Evo jilataru jallallt’atatapata. ¡Jallalla Kjarkas!

Esteban Ticona es aymara boliviano, doctor en Estudios Latinoamericanos y docente en la UMSA. Columna publicada originalmente en La Razón



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