Mundo | 31/10/2023

Desolación en Acapulco, temen que la reconstrucción será lenta y los efectos económicos, muy perjudiciales

Este centro turístico muestra imágenes desoladoras: edificios destruidos, casas sin techo, hoteles que han perdido todos los vidrios de sus fachadas, automóviles volcados y escombros por todos lados

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|Acapulco|Agencias|31|10|23|

Entre la desolación y el caos, los habitantes de la ciudad turística de Acapulco comenzaron a enterrar a algunas de las 48 víctimas que dejó el huracán Otis, mientras crece la preocupación por las personas que siguen sin aparecer a cinco días de la tragedia en la costa del Pacífico mexicana.

Este centro turístico muestra imágenes desoladoras: edificios destruidos, casas sin techo, hoteles que han perdido todos los vidrios de sus fachadas, automóviles volcados y escombros por todos lados. La recuperación será lenta y los analistas ya prevén fuertes efectos económicos por la inesperada destrucción generada por el huracán.

Las previsiones meteorológicas no esperaban que Otis llegara con esa fuerza a Acapulco, lo que hizo más lenta la reacción de las autoridades y casi no se efectuaran operativos de defensa ni de evacuación.

A las puertas de la morgue de la ciudad, Katy Barrera, de 30 años, aguardaba junto a otros familiares la entrega de los cuerpos de su tía y sus dos primos, de 13 y 2 años, que murieron víctimas de un alud sobre su humilde casa.

A la tragedia de Barrera se suma el hecho de que su madre, su hermano y un tío permanecen desaparecidos. “Que no se mienta… son muchas las personas que están llegando muertas, son miles de desaparecidos”, dijo la mujer al quejarse de las cifras que ofrecen las autoridades.

El número de víctimas se ha convertido en un tema de controversia, ya que algunos medios locales informaron de la recuperación de más cuerpos y los familiares siguen reportando numerosas personas desaparecidas, mientras se reportó la localización de 263 extranjeros que ya fueron evacuados de Acapulco.

Las autoridades civiles y militares proseguían con las labores de limpieza en las vías de la ciudad de un millón de habitantes, donde aún había cerca de 200.000 hogares sin luz y buena parte de la población seguía sin servicio de agua.

Desde una playa de Acapulco, Kristian Vera observaba docenas de barcos hundidos, entre ellos tres suyos, en medio de la desolación que ahora impera en ese puerto turístico.

A pesar de haber perdido su medio de sustento, esta pescadora de 44 años se sentía afortunada. La mujer contempló cómo sacaban un cuerpo del agua y cómo las familias iban y venían en busca de sus seres queridos.

Apoyada en un pequeño bote pesquero de madera como el suyo, volcado sobre un costado de la playa repleta de basura y árboles caídos, Vera relató que muchas de las personas que murieron eran pescadores que cuidaban sus embarcaciones o capitanes de yates a los que sus propietarios les habían pedido que se asegurasen de que los barcos estuvieran bien cuando el huracán aún era una tormenta tropical.

Los barrios de la periferia de la ciudad seguían sumidos en el caos. La presencia gubernamental que había en el centro turístico no era visible en otros barrios. Sin señal de telefonía móvil, sin agua ni comida, las familias y los ancianos caminaban a duras penas, con el barro hasta los pies, entre calles inundadas para llegar a los grandes almacenes en busca de alimentos y agua.

Según un informe de la Coordinación Nacional de Protección Civil, había 273.844 viviendas afectadas, el 80 % de la infraestructura hotelera con daños, 120 hospitales y clínicas afectadas y el sector eléctrico tenía fuera de servicio 37 líneas de transmisión, 26 subestaciones, una central de generación y 10.000 postes de luz caídos.

Gobierno

El presidente Andrés Manuel López Obrador dijo el domingo que los empleados de la empresa estatal eléctrica le informaron que los trabajos de recuperación del suministro estaban avanzados, y aseguró que a “más tardar el martes por la noche” habrá energía eléctrica en todos los hogares de Acapulco y se restablecerá la totalidad de las 70 estaciones de gasolinas. A consecuencia del huracán, 513.524 usuarios quedaron sin servicio.

En algunas zonas de la ciudad imperaba el caos tras los saqueos que sufrieron cientos de comercios, lo que obligó al gobierno a reforzar la seguridad con 15.000 militares para evitar que la situación saliera de control.

Al presentar un saldo de las operaciones de seguridad, el secretario de la Defensa Nacional, general Luis Cresencio Sandoval, señaló que el gobierno destinará 5.000 elementos de la Guardia Nacional a Acapulco para asegurar el orden, y que los uniformados tomarán el control de las estaciones de gasolina para evitar que se extraiga combustible de manera ilegal.

BD/RPU



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