Mundo | 25/07/2023

España: Con el fantasma del bloqueo político de 2015 y 2019, Núnez Feijóo y Sánchez inician negociaciones para formar gobierno

El gran perdedor de estas elecciones parece ser Alberto Núñez Feijóo, candidato del conservador Partido Popular, cuya posible alianza con la ultraderecha de Vox no le otorga mayoría, como habían previsto las encuestas previas a las elecciones.

Foto/EFE

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Brújula Digital y Agencias |25|07|23|

Tras una votación el domingo en que no dio un resultado concluyente y dejó a los dos bloques principales de España sin mayoría para formar gobierno, los líderes conservador y socialista de ese país iniciaron negociaciones con fuerzas menores para alcanzar el número mágico de 176 escaños que forman mayoría mínima en Diputados.

Todos tienen el temor de que España podría verse de nuevo sumida en un bloqueo político, sin gobierno y abocada a una repetición electoral, como ocurrió en cuatro elecciones parlamentarias entre 2015 y 2019, que no daban resultados concluyentes.

El gran perdedor de estas elecciones parece ser Alberto Núñez Feijóo, candidato del conservador Partido Popular, cuya posible alianza con la ultraderecha de Vox no le otorga mayoría, como habían previsto las encuestas previas a las elecciones.

El socialistas Pedro Sánchez, en cambio, resistió la campaña y no fue barrido en los comicios como se esperaba.

Feijóo consiguió 136 escaños de un total de 350 en el Congreso de los Diputados, mientras que Vox, su único aliado potencial, consiguió 33. Por tanto, suman 169 escaños, a siete escaños de la mayoría.

Como ganador de las elecciones, Feijóo reclamó el derecho a gobernar en minoría y se apresuró a pedir al Partido Socialista de Sánchez “y al resto de fuerzas políticas, que no bloqueen (la formación de un) gobierno del PP”, aunque las chances de que logre formar gobierno son mínimas.

Para que ello ocurra, las otras fuerzas no deberían votar en la sesión congresal para la elección del Primer Ministro, pero ello es muy improbable. 

Feijóo necesita al respaldo de fuerzas pequeñas, pero estas, casi con seguridad, no apoyarán ninguna alianza que incluya a Vox, que tilda a los partidos regionales como “enemigos de España”.

Por otro lado, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) de Sánchez obtuvo 122 escaños y Sumar, su aliado de izquierda más radical, 31. Ambos reúnen 153 escaños, a los que podrían sumar a partidos independentistas menores. Ello no es imposible, considerando que ya han gobernado en el pasado junto a los socialistas, como los catalanes de ERC (Izquierda Republicana de Cataluña) y los vascos del Bildu.

Pero ello es insuficiente para los socialistas. También necesitará la abstención del partido Junts per Catalunya (JuntsxCat). Sus dirigentes, entre ellos el controvertido independentista Carles Puigdemont -exiliado en Bruselas-, es un personaje incómodo en el resto de España, por su tendencia independentista.

En todo caso, Sánchez podría contar con el apoyo de 172 diputados, pocos más que la alianza PP-Vox, pero suficientes en una segunda votación en la que solo se requiere mayoría simple, ya no absoluta.

Si ninguno de los dos bloques logra formar un gobierno, los españoles se verán abocados a volver a las urnas en los próximos meses. 

Según estipula la Constitución Española, en el caso en el que transcurra un plazo de dos meses desde la primera votación de investidura y ningún candidato haya obtenido la confianza del Congreso, el rey Felipe VI disolverá ambas Cámaras y convocaría nuevas elecciones.

En este caso, se deberían celebrar elecciones a los 47 días, lo que implicaría que habría elecciones alrededor de Navidad o a principios de enero.

Puigdemont 

No es positiva para Sánchez el hecho de que los secesionistas catalanes de JuntsxCat, la formación encabezada por Puigdemont, prófugo de la Justicia española en Bruselas, los que tendrían la llave para la gobernabilidad, aunque este partido ya dijo hoy que su apoyo “no será gratis”.

Precisamente este lunes, la Fiscalía española pidió la activación de una orden europea de búsqueda y captura contra Puigdemont, a quien recientemente el Tribunal de Justicia de la UE retiró la inmunidad como europarlamentario.

La Fiscalía solicita a la Justicia española que actúe contra él y contra el exconsejero catalán Antoni Comín por un delito de malversación, que acarrearía pena de prisión de entre seis y doce años debido a la elevada cuantía de los fondos que presuntamente habrían desviado.

Pero Sánchez no desea una repetición electoral y está convencido de que la democracia española encontrará la fórmula para poder formar un gobierno.

Esa es la intención que el líder socialista transmitió este lunes a los miembros de la Ejecutiva de su partido, reunida para analizar los resultados electorales y valorar los posibles escenarios futuros.

A pesar de quedar en segunda posición en los comicios, el PSOE logró dos escaños más que en los de 2019, lo que para Sánchez significa que España “ha dicho no a la involución y a los retrocesos”, en referencia a un hipotético acuerdo entre el PP y Vox para gobernar.

“España es hoy una referencia en Europa y el mundo”, dijo el presidente del Ejecutivo español en funciones sobre el “freno” que los españoles pusieron a la ultraderecha al acudir a las urnas.

Feijóo busca apoyos

Por su parte, Núñez Feijóo admitió ante Junta Directiva Nacional del PP que su formación no alcanzó las “expectativas” que auguraban las encuestas, aunque aseguró que no se arrepiente de haberse exigido “ganar por mucho frente a los que se conforman con perder por menos”, en referencia a los socialistas.

En su intento de formar gobierno al ser la lista más votada, el líder conservador inició este lunes una ronda de contactos con otras formaciones, entre ellas Vox, los nacionalistas vascos (PNV) (5) y los navarros (UPN) (1) y lo hará con los regionalistas de Canarias (1).

Ya habló con Sánchez, a quien le pidió que no bloqueara la formación de un gobierno del PP.

Núñez Feijóo dibujó ante los suyos tres escenarios: que gobierne el partido más votado, que se repita el bloqueo político de 2015 y 2019 o que “todos los que han perdido exploren una mayoría alternativa con el apoyo explícito o tácito de partidos populistas e independentistas”.

En este último contexto, de conseguir los socialistas los apoyos necesarios para gobernar se toparían con el muro conservador en el Senado, en el que el PP obtuvo la mayoría (120 senadores), frente a los 77 del PSOE, lo que dificultaría la aprobación de leyes.

BD/RPU



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