Mundo | 09/02/2023

Se desvanecen esperanzas de hallar a más sobrevivientes, mientras el saldo del terremoto se acerca a 20.000 muertes

Un terremoto de 7.8 desbastó Turquía y Siria, hasta la fecha, la cifra de fallecidos bordea los 20 mil

Edificios terminaron en los suelos por el terremoto de magnitud 7.8 Foto/RRSS

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Brújula Digital |09|02|23|

Los equipos de rescate intensificaron el jueves la búsqueda de supervivientes en Turquía y Siria tras el gran terremoto y las réplicas de esta semana, cuando empezaban a desvanecerse las esperanzas de encontrar a más personas con vida. Mientras tanto, el desolador saldo de los sismos es de casi 20.000 fallecidos y decenas de miles de heridos y damnificados.

En Turquía ha aumentado la indignación pública por la lentitud de las operaciones de rescate y de apoyo a los sobrevivientes. Miles de personas siguen en las calles, improvisando fogatas y alimentándose con lo que otros vecinos les ofrecen, mientras la Policía y otras entidades de apoyo no actúan con oportunidad ni eficiencia. El presidente es Recep Tayyip Erdogán, que encabeza un gobierno autoritario.

Los equipos de rescate que llegaron de varios países se enfrentan a temperaturas bajo cero para sacar cadáveres de entre los escombros de miles de edificios derrumbados en el sur de Turquía y el norte de Siria. A cuatro días del terremoto de magnitud 7,8 del lunes, se marcó el plazo crítico que, según los expertos, es cuando se encuentra a la mayoría de los supervivientes de las catástrofes.

Más de tres días después de que el seísmo y las réplicas sacudieran los dos países, el número de muertos se acercaba a los 20.000, según Associated Press. El gobierno de Turquía declaró que, además de las más de 16.000 personas muertas, más de 64.000 han resultado heridas. En Siria, se ha informado de más de 3.100 muertos y más de 5.000 heridos. Se calcula que el seísmo ha afectado a 13,5 millones de personas en Turquía y a millones más en Siria.

El Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, confirmó el jueves que el primer convoy de ayuda de la ONU había cruzado al norte de Siria. “Hay más ayuda en camino, pero se necesita mucha más, mucha más”, declaró a las agencias internacionales.

El miércoles, el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, visitó Kahramanmaras, una ciudad cercana al epicentro del terremoto, y dijo a los supervivientes que “estamos cara a cara con un gran desastre”.

Mientras crece la indignación pública por la lentitud de la respuesta de rescate, Erdogan reconoció que hubo carencias por parte de su gobierno después del seísmo. El Presidente citó las condiciones meteorológicas invernales y las infraestructuras destruidas, incluidas las pistas de aterrizaje de los aeropuertos, como factores que complicaron la situación.

Erdogan y los trabajadores humanitarios dijeron que la magnitud del seísmo era tan grande que era difícil llegar a todos los lugares afectados.

El aumento de las cifras reflejaba la sombría tarea a la que se enfrentan funcionarios y supervivientes en los dos países:

Turquía informó de que más de 380.000 personas están desplazadas.

Siria informó de que 298.000 de sus ciudadanos están desplazados, pero esas cifras correspondían a las zonas del país controladas por el gobierno. Las zonas controladas por los rebeldes aún no han comunicado esta cifra.

La agencia turca de gestión de emergencias declaró que había entregado al menos 92.000 carpas y enviado 5.000 vehículos de apoyo a la región.

Unos 98.000 rescatistas turcos e internacionales han sido enviados a la región del sismo.

La destrucción causada por el seísmo se extendió a lo largo de una franja de 250 kilómetros de montañas.

Se calcula que el seísmo ha afectado a 13,5 millones de personas en Turquía y a millones más en Siria.

Mientras tanto, las autoridades confirmaron el cierre de la bolsa de valores de Estambul hasta el 15 de febrero, después de que las primeras operaciones mostraran rápidas caídas y se activara un interruptor automático cuando los descensos alcanzan el 7%. La economía turca ya se tambaleaba antes del sismo por una inflación fuera de control.

Siria ha culpado a las sanciones occidentales de que la ayuda no llegue al norte del país, pero el gobierno estadounidense afirmó que las sanciones no afectan a la ayuda humanitaria. El Secretario General de la ONU, Guterres, dijo a los periodistas el jueves: “Este es un momento en el que todo el mundo debe dejar muy claro que ninguna sanción de ningún tipo interfiere con la ayuda a la población de Siria en el momento actual”.

BD / RPU



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