Mundo | 06/02/2023

Lasso pierde una oportunidad histórica y el correísmo recupera terreno en Ecuador

Desde ahora, las alcaldías de Quito y Guayaquil, así como para las prefecturas de siete de las provincias más pobladas del país andino estarán en manos del correísmo. Lasso perdió también las ocho preguntas del referéndum.

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Mamela Fiallo Flor / Panampost

Ecuador era hasta el momento el pequeño oasis en medio de una marea roja que cubre a Sudamérica. Sin embargo, las elecciones seccionales, de la mano del referendo que tuvieron lugar este domingo, tiñen también a esta nación. Y es que en las ciudades más grandes del país triunfaron los candidatos del socialismo del siglo XXI, a través del frente político Revolución Ciudadana (RC), que lidera desde el exterior el izquierdista y prófugo de la justicia, Rafael Correa. La posibilidad de Lasso de ir a la reelección, que será en dos años, parece remota tras el resultado. 

Desde ahora, las alcaldías de Quito y Guayaquil, así como para las prefecturas de siete de las provincias más pobladas del país andino estarán en manos de militantes del este partido. Uno de los beneficiarios es Pabel Muñoz, quien de acuerdo con el Consejo Nacional Electoral acumula el 25,2% de los votos, de 99,5% escrutado, para ejercer como burgomaestre en la capital. Mientras tanto, en Guayaquil, con el 93,5% escrutado, estará Aquiles Álvarez con 39,7% de los votos.

Con este primer sondeo es claro que el presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, ha perdido una oportunidad histórica de hacer un cambio en el país. A pesar de que ganó contra la alternativa socialista en 2021, el jefe de Estado ha tenido un camino dificultoso en su gestión. Este territorio ha vivido la peor ola de violencia en su historia y ahora también se encamina el retorno del socialismo, el cual en realidad nunca se fue.

El referéndum: duro revés para Lasso

Con el referéndum, los pronósticos no son alentadores. El “No” ganó en todas las preguntas del referéndum planteadas por Lasso y con ello se cerró el camino para reformar la Constitución en materia de seguridad, democracia, instituciones y medioambiente.

El mensaje es claro: los ciudadanos no votaron por las preguntas en sí, sino en contra de la gestión de Guillermo Lasso. El plebiscito sirvió para medir la popularidad del mandatario y el resultado fue devastador para el Gobierno

Lasso perdió en las preguntas de si se podría permitir la extradición de ecuatorianos que hayan cometidos delitos vinculados al crimen organizado trasnacional; darle autonomía a la Fiscalía; reducir el número de parlamentarios; aumentar los requisitos para la creación de partidos políticos; la eliminación de que el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (Cpccs) pueda designar autoridades; la modificación de cómo designar a los miembros del Cpccs; de proteger la Amazonía; y la idea de que comunidades, pueblos y nacionalidades se beneficiaran de compensaciones estatales si apoyan servicios ambientales.

Se perdió la joya de la corona: Guayaquil

A mitad de su gestión, Guillermo Lasso demostró no tener el respaldo del pueblo. Su administración intentó mostrar una imagen democrática, de darle al pueblo el poder de decidir y decidió darle la espalda, sobre todo una lección no solo a él, a la política tradicional.

El Partido Social Cristiano perdió la joya de la corona: Guayaquil. Luego de más de 30 años al mando de la Perla del Pacífico, el correísmo le ganó al PSC. En 2022 el puerto fue asolado por una ola de atentados nunca antes vistos, hasta con bombas en las gasolineras. Sin embargo, la alcaldesa Cynthia Viteri decidió desapegarse de la realidad ciudadana y destacarse por un estilo de vida estrafalario y publicidad de su rostro, en lugar de hacer obras.

Esta derrota sacudió al partido que por décadas sobresalió por la mano dura contra la delincuencia, al punto que derrotó incluso a una guerrilla marxista en la década de los 80. Además de las alcaldías, el correísmo ganó las prefecturas (gobernaciones) en las provincias de Pichincha (hogar de la capital), Guayas y Manabí.

Abre la puerta a una opción nueva

Lo “esperanzador” es que entre otras cosas, la Alianza SUMA se posiciona como la segunda fuerza en el país. Desplazó al correísmo en la ciudad costera de Salinas y ocupa el segundo y tercer puesto en las provincias más grandes del Ecuador: Pichincha, Guayas y Manabí. Ganó alrededor de 500 concejalías, 30 alcaldías y disputa Cotopaxi, un bastión indigenista de la sierra. De manera que tiene representación en las tres regiones continentales.

El voto dividido muestra un hartazgo por parte de los ecuatorianos. No ganaron candidatos, sino el rechazo a lo que hay. Así ganó Lasso en 2021 y así pierde respaldo a mitad de su mandato. Tal como sucedió en Chile, Colombia y Argentina, con Piñera, Duque y Macri, Lasso en Ecuador perdió una oportunidad histórica. Junto a los antes mencionados mostraron ser y hacer como el PP en España, lo que Santiago Abascal llama la “derechita cobarde”.

En el caso de Lasso, dejó en claro desde el día uno no ser de derecha ni de izquierda. Propuso un “Ecuador del encuentro” y en su afán de quedar bien con todos no quedó bien con nadie. Lo que logró fue gobernar con tibieza. Su mano blanda dio rienda suelta a la delincuencia e impunidad para criminales, incluso para sus supuestos rivales. Durante el Mundial de Catar, la distracción sirvió para liberar de prisión al exvicepresidente Jorge Glas, preso por corrupción. Ahora, si no revierte la tendencia, con mano dura contra el crimen, podría incluso encaminar al socialismo de vuelta a la Presidencia, pues ya están al mando de las prefecturas y alcaldías.

BD / RED



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