Según difundió en su cuenta de Twitter el portal Wikileaks, la salida del periodista australiano de la legación diplomática donde se encuentra asilado desde 2012, es cuestión “de horas o días”.
Julian Assange, en una foto de archivo.
Wikileaks informó en su cuenta de Twitter que la expulsión de Assange por parte de la representación de Ecuador en Londres era “inminente”, pero ello no se produjo hasta el final de la tarde.
Según difundió en su cuenta de Twitter el portal digital que
se hizo famoso por sus filtraciones de cables secretos estadounidenses, la
salida del periodista australiano de la legación diplomática donde se encuentra
asilado desde 2012, es cuestión “de horas o días”.
Wikileaks, que cita a una “fuente de alto nivel dentro del Estado ecuatoriano”,
afirmó que el posterior arresto de Assange, una vez expulsado de la embajada, había
sido coordinado con las autoridades británicas.
El canciller ecuatoriano José Valencia, respondió ante ello en su cuenta de Twitter que los “rumores de la inminente salida de Assange vienen desde meses atrás. El Gobierno no hará comentarios sobre los actuales rumores infundados, que además son insultantes”.
Otros mensajes añadieron confusión, como el que lanzó poco después:
“El asilo diplomático es una facultad soberana de un Estado, que tiene el
derecho de otorgarlo o retirarlo unilateralmente cuando lo considere
justificado”.
Poco después de enviar los mensajes, el canciller eliminó los tres tuits
referentes al caso Assange, pero luego los volvió a publicar y explicó que habían
sido borrados por error.
Según Wikileaks, el pretexto para la expulsión es la filtración que vincula al
presidente Lenín Moreno con una cuenta bancaria en un paraíso fiscal, dato que
supuestamente habría sido proporcionado por la entidad fundada por Assange.
Assange puso en aprietos al gobierno estadounidense con la divulgación de miles de documentos secretos en 2010. Tras ser liberado bajo fianza ese mismo año, en
vez de esperar a ser citado nuevamente por la justicia, se asiló en la embajada
ecuatoriana en Londres el 19 de junio de 2012 para evitar ser extraditado a
Suecia, donde estaba acusado de delitos sexuales.
El periodista australiano teme ser extraditado a Estados
Unidos, donde podría ser condenado incluso a la pena de muerte por divulgar
información clasificada.
Aunque la Fiscalía sueca retiró los cargos en 2017, la Policía Metropolitana de
Londres tiene una orden de captura contra él por haberse dado a la fuga tras
ser liberado bajo fianza.
@brjula.digital.bo