“Los perros duros no bailan”

Fernando Molina

Brújula Digital |6|11|18

Arturo Pérez Reverte es mejor cuando escribe, sin pretensiones, historias sencillas y divertidas de gente valiente, que encuentra en el coraje, la amistad y el deber las guías de su vivir. Disfruté más de “El húsar”, “La sombra del águila” y “Territorio comanche” que de otras novelas suyas más complejas.

(Las excepciones son “Cabo Trafalgar” y “Un día de cólera”, seguramente porque sacan su trama directamente de la historia. Sin profundidad pero con elegancia, este escritor se luce en uno de los tres grandes temas del arte: la guerra).

Su última novela repite la fórmula mencionada más arriba dentro de un posible mundo canino. Los perros viven en una sociedad parecida a la nuestra, aunque con idiosincrasias propias. Los villanos son los humanos que los maltratan. Un grupo de amigos perros se topa con la adversidad y se le enfrenta a colmillo pelado.