Cruzar el continente, en términos de fletes, cuesta lo mismo que dar una vuelta entera, en barco, alrededor del mundo. Por eso, usar el Canal de Panamá sigue siendo más barato que atravesar el continente sudamericano.
Corredor Santos-Antofagasta. Tomado de “Fiebre de corredores interoceánicos”
Esta situación, sin embargo, no se dio ni se dará nunca porque cruzar el continente, en términos de fletes, cuesta lo mismo que dar una vuelta entera, en barco, alrededor del mundo. Por eso, usar el Canal de Panamá sigue siendo más barato que atravesar el continente sudamericano.
El primer corredor interoceánico, que pasa por Bolivia, fue inaugurado el año 1924 con la construcción del ferrocarril Buenos Aires-La Quiaca-Villazón-Antofagasta. Desde entonces otros corredores se han ido sumado hasta ser una docena, en la época actual, constituidos por tramos carreteros y ferroviarios que unen los puertos del Pacífico y del Atlántico. No se conoce que carga alguna de significación que haga esta travesía.
Entre los varios proyectos de corredores interoceánicos está uno de 2.754 kilómetros de longitud, que elude a Bolivia, y que se origina en Santos para luego seguir por San Pablo-Campo Grande-Mariscal Estigarribia-Tartagal-Jama-Calama-Antofagasta y Mejillones. Este proyecto fue comprometido, mediante convenio del 21 de diciembre de 2015, por los gobiernos de Brasil, Paraguay, Argentina y Chile.
Como se puede apreciar, el plan, mencionado por los presidentes de Brasil, Jair Bolsonaro, y de Chile, Sebastián Piñera, no es nuevo.
Héctor Revuelta Santa Cruz es ingeniero civil, docente de la UMSA.
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