Al menos siete países de la región han mostrado su apoyo a Lenín Moreno, mientras varios organismos internacionales han llamado al cese de la "represión".
"Diálogo directo".
Por primera vez en 9 días de protestas, el presidente ecuatoriano Lenín Moreno ofreció a la comunidad indígena sentarse a negociar con él sobre el decreto 883, la medida que supone el fin de los subsidios a los combustibles y que, junto a otras reformas, provocó la grave crisis en el país.
A través de un mensaje difundido en Twitter en la tarde del viernes, Moreno se dirigió a la jefatura de las organizaciones indígenas -quienes lideran las manifestaciones- y llamó a "frenar la violencia" y encontrar una salida a la actual coyuntura, que ya ha dejado un saldo de 5 muertos y cientos de heridos y detenidos.
"Hago un llamado a los dirigentes a dialogar directamente conmigo. Sentémonos para conversar sobre el el decreto 883. Hablemos de a dónde deben dirigirse esos recursos y asegurémonos de que vayan a quienes más los necesitan", manifestó.
"Que el país sepa que tenemos la voluntad del diálogo". Hasta el momento, el gobierno había propuesto un plan de seis propuestas a los manifestantes, pero en ellas no se incluía el subsidio a los combustibles, una de las reformas más polémicas del llamado "paquetazo" para sacar al país de su déficit público.
Lo indígenas, por su parte, no tardaron en reaccionar y aseguraron que solo dialogarán con el gobierno "cuando se haya derogado" el impopular decreto.
"El diálogo que el Gobierno Nacional dice promulgar se ha sustentado durante este proceso de resistencia en una de las peores masacres en la historia de Ecuador (...)", denunció la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (CONAIE), en una carta firmada por su presidente, Jaime Vargas.
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